San Blas Plaza Inn

Maravillosa estancia, me consintieron mucho, pendientes de mi estancia, muy bien aconsejada para los planes turísticos en cusco, ducha con fuerza del agua ideal para descansar de esas jornadas agotadoras. Cama muy cómoda. Personal súper cálido, amable, muy amoroso y servicial. Gracias Flor, Miguel y Luz por cada detalle que hizo de mi estancia la más chévere.

Excelente la atención de Paul, muy amable y predispuesto a ayudar, al igual que el resto de las personas del hotel. Muy buena higiene, todo muy ordenado y el hotel queda en una ubicación estratégica. Pasamos unas hermosas vacaciones con mis amigas ❤️

El hotel tiene una buena ubicación en el barrio San Blas, a 300 m de la plaza de Armas. La atención del personal EXCELENTE siempre predispuesta a ayudar en todo. En especial el joven que está por la noche. Con respecto a lo edilicio le falta mucho mantenimiento. El desayuno es muy pobre. El servicio para el baño es solamente jabón y un toallon. La ropa de cama en buen estado. Es un hotel para pocas noches.

Si bien el hotel está muy bien ubicado, el pésimo servicio brindado por el recepcionista de la noche, llamado Miguel, amerita la puntuación que estoy dejando. Intentamos varias veces durante nuestra estadía poder empatizar con él para lograr algo de amabilidad (de la cual carece, con sus aires de CEO de multinacional), pero con gente así es imposible: nos cobró 5 soles por un termo de agua caliente (que sus compañeras gentilmente nos habían entregado de forma gratuita), nos retó por prender la luz de la escalera (pretendía que subamos tres pisos por escalera en total oscuridad y sin tocar la baranda, porque un cartel lo prohibe) y nos acusó de robar un secador de pelo viejo que lo tenía obsesionado (cabe destacar, parece que es el único con el que cuenta el hotel, y siempre lo tuvo en su poder, aunque se hacía el desentendido buscando molestarnos). Además, debimos rogarle para que nos dé una toalla adicional para secarnos las manos (había que usar el mismo toallón que usás para bañarte, por lo que siempre tenías una toalla mojada). Pedirle algo a este señor era un constante malestar, y realmente sentimos una gran falta de respeto de su parte. Personas como él NO DEBERÍAN ATENDER AL PÚBLICO. Adicionalmente, en cuanto al hotel, tiene algunas falencias de mantenimiento, como enchufes flojos que no funcionan.