Usuario invitado
11 de octubre de 2024
Sin lugar a dudas este alojamiento es muy especial, muy muy especial. Sobre todo si buscas tranquilidad y alejarte de las rutinas diarias. Para empezar, su ubicación es espectacular, coronando la cima de un cerro, ya que se trata de un castillo roquero pensado para la vigilancia y defensa de los territorios circundantes. A los pies del castillo está el pequeño pueblo de Curiel de Duero y unas cuantas bodegas rodeadas de viñedos por todas partes. ¿Te imaginas mejor fotografía? Tras varios siglos de abandono quiso el destino que algunas personas interesadas en la recuperación del patrimonio decidieran restaurar este castillo y darle la utilidad que hoy tiene: uno de los mejores hoteles que conozco. La historia del Castillo de Curiel te la contará con mucho gusto Borja, un tipo súper agradable y atento donde los haya y que forma parte del personal del hotel. Y hablando de personal debo decir que el trato, amabilidad y atención de todo el equipo, de todos, son exquisitos. Magnífico desayuno buffet incluido en el precio. También cuentan con un servicio de restaurante para comidas y cenas que merece mucho la pena, con unos precios muy ajustados y una más que notable calidad en el producto. Por cierto, me permito recomendar a quien esto lea, que prueben el vino que ellos mismos producen, Viejo Coso, un roble joven con cuatro meses de barrica y D.O. Ribera del Duero. Y podría contar más cosas, pero para no hacerme tedioso finalizaré con una sentencia: tienes que ir a conocer la Residencia Real Castillo de Curiel. Lo vas a disfrutar seguro.