588romang
1 de febrero de 2025
Es la cuarta vez que paso una semana en este hotel y me sigue pareciendo magnifico, el hotel es muy bonito y tiene unas instalaciones inmejorables, como siempre el personal es lo mejor del hotel y te hacen sentirte especial. La gastronomía es buena pero cuando vas por cuarta vez empieza a ser repetitiva porque son cartas cortas y siempre la misma. La Graciosa es un restaurante de categoría y para mi el favorito, su carta al medio día es estupenda pero corta, mi plato preferido era el arroz con vieja y lo han sustituido por un arroz caldoso que no está a la altura, al menos el que me tocó a mi, el servicio es excelente y no me queda mas remedio que volver a felicitar a Marcos, Tatiana y como no al sommelier Oscar por su magnifico trabajo y trato. El bufet Malva es variado de buena calidad, realmente hay comida para todos los gustos y no se la puede poner ninguna pega, aquí me gustaría hacer mención de Lorena que es una estupenda trabajadora. El Samira es un restaurante agradable y muy bien atendido, especialmente por Alba, y la comida está bien elaborada aunque la comida especiada no es la preferible para mi. El capella es otro cantar ya que me parece que no está a la altura del hotel, aunque he de decir que en esta ultima ocasión he notado alguna mejoría. Los bares Ginger y shark son estupendo, el primero 24 horas abiertos, el personal es estupendo con mención especial para Ángel por su total control del Ginger, así como Pérez, Álvarez y francisco. El equipo de animación es competente y siempre intentando que participes en todas la actividades disponibles, muchas gracias a Armando, Jota, Barbara y Raquel El equipo del Guest Experience también siempre atentos a ayudar y solucionar cualquier problema, en especial Chandni y Cristina. Lo que menos me ha gustado del hotel ha sido el colchón que estaba vencido por ambos lados y la limpieza del habitación que dos días dejaron mucho que desear, seguramente sería una cosa puntual pero me tocó a mi. El Lounge del Reserve es un remanso de paz y tranquilidad quizas podría mejorar algo en los aperitivos. El desayuno en el Samira es un gustazo por la terraza , los platos y especialmente la atención, y no me queda mas remedio que felicitar a Mafalda y a Antonio En abril volveré a disfrutar una semana en este magnifico hotel