Gravina Resort

nada más llegar a recepción las 2 chicas jóvenes que saben perfectamente el español y nos vieron buscando en el traductor para comunicarnos con ellas en italiano y asta que no les preguntamos si hablaban español nos estuvieron hablando sin decir nada en italiano, unas tías bordes, con pocas ganas de trabajar y estaban con el móvil casi todo el rato. El apartamento estaba muy sucio y con muchos desperfectos , en la cubiertera había una mosca muerta con liquido (el cual adjunto fotos), estábamos 5 personas y solo nos pusieron 1 papel de bater y no había ni jabón ni estropajo ni nada, ademas estas súper alejado de todo, aparte de el mal trato al cliente , un sitio bastante sucio y poco recomendable. Mucho jabali porque hay mucha basura por el sitio.NO VOLVEREMOS

Después de un año y de mil promesas incumplidas sigo esperando un dinero que prometieron devolverme y que estoy seguro que se ha quedado el responsable de recepción. No es un lugar recomendable, alejado de todo, descuidado y bastante sucio.

Estuvimos hospedados en uno de los apartamentos la idea y la ubicación son fantásticas con piscina privada y unas vistas fantásticas. El apartamento en si está muy bien pero les faltan pulir los detalles, nosotros no teníamos microondas pero otros si, parece ser que hubo una inundación y no está arreglado la puerta del baño rozaba y no se podía cerrar del todo y a todos los muebles se les caía el canto la televisión se veo pero está un poco rota y se veían rayas en l pantalla, Estando nosotros allí cambiaron unos aires acondiciones ya que hay en todas la habitaciones, cosa que se agradece, y los viejos estaban en la entrada y se pasaron allí 3 días y nos fuimos y no los recogieron. Son pequeños detalles que si los mejoran es un sitio fantástico

Actualmente estamos alojados en estos apartamentos. Y de momento solo voy a hacer un comentario negativo. Pretenden cobrarnos 30 € por un cambio de sábanas. Cuesta menos comprarlas... Vergonzoso. Al finalizar la estancia realizaré el comentario general...

Hemos pasado una semana en este alojamiento y ha sido un poco decepcionante. Como aspectos positivos se pueden señalar: el bonito entorno natural en que está situado, la amplitud de los apartamentos y las instalaciones deportivas. Pero entrando ya en los aspectos negativos hay que destacar que el establecimiento no ofrece ningún servicio de limpieza, mantenimiento, ni de cambio de toallas o artículos de aseo. Las toallas eran como papel de fumar, finas no... lo siguiente. Y tienes que aguantar con ellas toda la semana. La presión del agua de la ducha era totalmente insuficiente, ya que solo salían unos hilillos de agua que no daban ni para aclararse el jabón. En la encimera de la cocina había un microondas, pero curiosamente, no había ni un solo enchufe donde poder conectarlo. La jamba de la puerta estaba desencajada. Estábamos en régimen de media pensión, por lo que íbamos al restaurante del complejo, que por lo visto, operaba de forma independiente. El desayuno era un auténtico fiasco. No había buffet y la variedad y cantidad era de lo más triste: nada de fruta, una diminuta taza de café o chocolate, dos ridículas rebanadas de pan tostado. Si pedías queso, te ponían dos triangulitos y unas lonchas de embutido de baja calidad. Las cenas eran un poco mejores, sobretodo las pizzas, que estaban muy buenas. Pero de lo demás, poca cantidad y variedad. Pero lo más desesperante era la desidia y la insoportable lentitud en el servicio. Llegábamos a esperar hasta hora y media para servirnos ese pobre desayuno. En conclusión, aunque a priori parezca que tiene un buen precio, si tenemos en cuenta el servicio ofrecido ya no es ninguna ganga.