Usuario invitado
17 de agosto de 2024
Este año necesitaba más que nunca desconectar y por ese motivo, a pesar de no ser playero, decidí pasar una semana este hotel. No quería sorpresas ni tener que preocuparme por nada por lo que finalmente reservé la mejor y más grande habitación con todos los extras incluidos. Para empezar estuve 2 días sin wifi ya que hasta que no avisé por tercera vez de la incidencia no hicieron gran cosa. Resultó que el repetidor justo ubicado frente mi puerta estaba roto… vaya nadie se dio cuenta hasta que llegué yo en p medio de la temporada alta. La segunda sorpresa fue cuando el segundo día solicité a la cámarera de habitaciones si podría reponerle el agua del minibar, ya que entre los extras de esta habitación incluía minibar gratuito (sin asterisco, sin letra pequeña, tan solo minibar gratis). Pues resulta que tampoco, que gratis es lo q te encuentras cuando llegas pero si te alejas una semana todo lo demás se cobra aparte (aclaró que el precio de la habitación es de algo más de 200€ la noche si no recuerdo mal). ¿Acaso no se puede considerar publicidad engañosa y por tanto es denunciable? En cuanto al personal del hotel, es cierto que me escuchaban e incluso me daban la razón pero ya, sin más, ni soluciones ni intención de darme alguna explicación. Pedí hablar con la directora del hotel para mostrarle mi inconformidad antes de tener que poner una reclamación o denuncia (soy de los que piensan que las cosas se hablan con calma y que se puede llegar así a un e tendiniento), bueno pues entre que no coincidí con ella y ella hizo cero esfuerzo por hablar conmigo me veo que me iré mañana sin terne la conversación. En cuanto al estado de la habitación: recalcar que no soy de los clientes pesados que se quejan por todo pero claro que tampoco se rían de mí. En el baño una “liana” de polvo + telarañas colgando del mueble, las juntas de la mampara de la ducha destrozadas, entre el sofá y la puerta de la terraza una corteza de un trozo de queso y la única silla de la habitación con el sky blanco todo comido y la patas con los tornillos flojos. Vaya que los tuve que apretar como pude para no caerme. Reseve con media pensión, de la comida no hablaré ya que bueno al final es un hotel “pequeño” a la orilla del mar. Comida de batalla pero bien. Eso sí, aunque puede resultar lógico la bebida no estaba incluida en el buffet, quizás deberían indicarlo en la web al igual que lo ponen en un papel colocado en la la recepción. La sorpresa fue la cara del camarero cuando le pedí una jarra de agua, parece que no le gustó mi petición. Evidentemente no es una cuestión de dinero, pero no me gusta que me tomen por idiota. Conclusión, una mala experiencia no pero que no volveré lo tengo claro.