Usuario invitado
25 de abril de 2023
He ido a pasar 5 días, con idea de pasear, ver playitas chulas y buscando tranquilidad. He de decir que al llamar para comprobar si la reserva estaba bien me preguntaron qué planta prefería y demás, porque hay 10 alturas. Yo dije como a mitad. Además añadí si podía ser me gustaria vistas a puesta de sol. Al llegar me atendió Tony, un chico encantador de recepción que me explicó playas y recorridos. Al subir me habian asignado la quinta planta, que era mi predilección y unas vistas increibles, como si estuviera en un crucero directamente al mar y al ocaso...un espectáculo. La cama de 2x2 para mí sola, tetera con sobrecitos de infusiones y nescafé en la habitación. El personal del comedor, una locura, Catí, la encargada dándome consejos sobre playas, accesos y demás que solo los de la zona conocen, Antonio y Javi encantadores también, y la comida no es hiper variada pero de buena calida y casera, las croquetas de cocido eran reales y no maseta... No tiene playa cercana pero ir andando a ellas es un espectáculo y con coche se llega enseguida también. Para repetir sin duda.