Mercure Petriolo Siena Terme Spa Hotel

Pésimo Lamento decir que nada. Creo que es la primera ocasión en mi experiencia como cliente que no soy capaz de encontar un área del hotel que funcione correctamente. Las habitaciones son de buen tamaño pero con una decoración anticuada. El personal es muy amable y hace lo que puede pero son, en su mayoría, inexpertos e incluso estudiantes sin supervisor profesional al mando. El hotel a día de hoy, ha queda do ubicado a escasos metros de la autovía. Un hotel Termal junto a una autovía raya el surrealiamo y una contradicción absoluta entre la promesa de relajación y el hecho de encontrarse hoy debajo de la susodicha autovía. En función de la habitación asignada puedes encontrarte: -Junto al parking del hotel y con vistas al mismo. -Sobre los extractores y maquinaria de las termas con el consiguiente ruido similar a un reactor. -cerca de la salida del túnel de la autovía con ruido de camiones y turismos. La carpintería metálica de las habitaciones es antigua y no facikita el aislamiento acústico necesario. Respecto a loa servicios de alimentación y bebida: El bar del spa está abierto por la mañana pero es difícil encontrar al camarero que probablemente está realizando otras funciones en otro lugar. Por la noche el bar del lobby, que es el único, se encuentra cerrado y apagado. Si deseas una bebida debes subir al restaurante por las escaleras y bajar las bebidas al bar en vasos y copas de plástico. El desayuno es de muy baja calidad y variedad. Pobre. La cena diapone se una carta reducida y la calidad es simple, correcta. Las termas están descuidadas y no ofrecen servicio alguno. Requieren de una inversión importante para encontrase a la altura de cualquier establecimiento termal en nuestros días. Preguntamos por wl director y nunca apareció, esto es aún más lamentable. En resumen, una decepción y un fraude por el dinero pagado y el servicio recibido. El establecimiento no es digno de la Bandera Mercure.