Tu alojamiento en São Pedro e Santiago

El hotel es bastante bonito pero no esperes demasiado. Nuestra habitación (205) era espaciosa y tenía una terraza encantadora con una muy mala elección de muebles, lo que hacía que la terraza fuera una zona poco atractiva. Nuestra habitación no se limpió adecuadamente: había pedazos y manchas en la alfombra y mucho cabello de huéspedes anteriores en el baño que uno podría comenzar a hacer una peluca. El estado de mantenimiento de la habitación también era deficiente y no parece que se haya pensado en cómo hacer la estancia más práctica (sin puertos USB, sin enchufes cerca de la cama para cargar teléfonos móviles, etc.). El hotel tiene potencial, pero se siente como si a la gerencia ”simplemente no le importara” tanto. Las puertas cortafuegos se mantuvieron abiertas en el primer piso. Desayuno básico en cuanto a opciones, pero realmente positivo: una máquina de café expreso que preparaba el café adecuado. El aislamiento acústico de la habitación también era bastante pobre, sólo hay que esperar que haya vecinos tranquilos.

Fácil de encontrar como está en el lado izquierdo de la carretera principal N9 de Torres Vedras en Gibraltar, y bien firmado. La ubicación ideal para visitar las Líneas de Torres Vedras, en realidad puede ver el río Sizandro - que se incorpora a las Líneas, lo que lo ha causado inundación. La puerta principal está cerrada a la noche, pero se le dará un código para abrirla. Buen personal de recepción amigable, capaz de hacer buenas recomendaciones locales y ofrecer un mapa de calle. Buen desayuno, café agradable, gama de jugos de fruta. Croissants frescos. La habitación es muy agradable y tranquila.

Un hotel donde el detalle y la atención prima. Mi estancia fue por motivos laborales, pero no descarto visitarles por motivos de ocio y descanso, y disfrutar de su alojamiento, entorno y tranquilidad. Enhorabuena!

We arrived on Saturday, ready for a week in paradise. By Sunday, the villa had transformed into a live set for Attack of the Flies—200+ swarming the kitchen, living room, floors, sofas, and even the bedrooms. Nothing says “relaxing getaway” like playing fly assassin at 1 am and still waking up to find your room crawling with survivors. We get it: sometimes nature has other plans. What we don’t get is how the hotel staff’s solution was to hand us some spray cans and a shrug. Their “excuse”? Fertilized crops nearby. When we pointed out that the hotel itself was blissfully fly-free, they admitted it gets regular treatments. Villas, however, are apparently left to fend for themselves. They even let it slip that this particular villa is known to have fly problems. So why no effort to help? They flat-out refused to visit the villa or offer anything beyond, “Here’s some spray. Good luck.” Here’s the kicker: it wasn’t the flies that made us leave early—it was the lack of service. A good hotel or reputable villa rental company steps in when guests need help. Here, the staff showed zero interest in ensuring we felt comfortable. The villa was left entirely to us, including cleaning up after a problem we didn’t create, and still had to pack up and go because being completely ignored isn’t what we signed up for. To add insult to injury, when we politely informed the owner, their response was to assume we left the villa in chaos. They even suggested the mess was our fault, making wild claims about food stains and dirty dishes in rooms we never used for eating. Sure, blame your paying guests instead of acknowledging the real problem. This wasn’t just disappointing - it was infuriating. This could have been paradise, but bad management turned it into anything but. A stunning villa with terrible management is worse than no villa at all. Service matters—and here, there wasn’t any.