Ferrán G
30 de agosto de 2024
Debíamos alojarnos en el Hotel San Carlos, pero al hallarse fuera de servicio, finalmente, nos trasladaron al Hotel La Unión. Este hotel presenta una excelente ubicación, en el centro de la ciudad, es de arquitectura clásica, muy bonito, con habitaciones muy espaciosas. Lamentablemente aquí se acaba todo su encanto. El ascensor durante nuestra estancia de dos días estuvo fuera de servicio y, por las quejas de otros clientes, parece ser que estaba así, al menos, desde el mes de junio, a pesar de que el Community Manager respondió, en respuesta a la queja de un cliente, el 13 de junio, lo siguiente: “Nos gustaría que usted supiese que el Departamento de Servicios Técnicos se encuentra inmerso en un proceso de mantenimiento al sistema de elevadores de la instalación. Este proceso comenzó previo a su arribo y se ha estado comunicando a todos los clientes sobre los inconvenientes que este proceso necesario puede generar”. Por otro lado, el desayuno muy pobre sin apenas opciones de bollería. Finalmente, el agua de la piscina no estaba clara, debido posiblemente a la falta de un tratamiento adecuado, y tanto las duchas como el jacuzzi se encontraban rotos. En resumen, el hotel rezuma decadencia, parece como si hubiera decidido renunciar a su mantenimiento. Una compañía como Meliá no puede escudarse en el embargo económico que sufre el país para tener en un estado tan lamentable este hotel.