Hotel Restaurante La Carreta

El alojamiento se encuentra en una buena ubicación cerca de Valencia y otros pueblos turísticos como Buñol o Requena. La entrada un poco mal indicada si vas a la zona de las habitaciones porque se indica el parking público. El alojamiento aunque reformado necesita un buen mantenimiento (aire acondicionado justo, puertas en mal estado) pero se encuentra bastante limpio y hay agua de cortesía en la habitación. La recepción rápida y bien explicado, se encuentra alojamiento con parking gratuito independiente. El desayuno justo tanto en variedad como en cantidad (sin señalizar tipo de zumos, pan etc para alérgenos) y con reposición larga ya que solo hay dos personas una de las cuales (en nuestra estancia y fecha) quizás necesite ciertas mejoras de formación ya que la amabilidad brilla por su ausencia, por el resto todo correcto.

Buena comunicación con salidas próximas a poblaciones, el desayuno estilo continental de calidad media, la restauración en general buena , piscina algo descuidada en los fines de semana. La calle principal, para mi gusto le falta privacidad ya que las habitaciones del hotel se encuentran en el paso de una urbanización solapada al hotel, wifi aceptable en todo el recinto, falta más atención en las zonas comunes del hotel.

Trato horrible,mal atendido y carisimo Por dos bocadillos y un helado,40 euros. Un sitio de carretera,con una limpieza deficiente y mal atendido ,Ademas se equivocan en la cuenta y les cuesta rectificar. Estuve hace años en el restaurante,y parecia otra cosa. Parare en otro sitio

Este hotel es una buena opción para una escapada a la playa, hicieron reforma y lo pusieron bastante bien pero este año ha empeorado mucho necesita reforma y limpieza urgente. Cenamos en el restaurante y me tuve que salir fuera para que no me diera una lipotimia del calor que hacia, sin aire y con las ventanas cerradas en ola de calor. El servicio desbordado, los empleados deben estar descontentos y lo pagan con los clientes pues solo ves malas caras, el recepcionista solo te habla para cobrar pues por la mañana no contesta ni los buenos días. Solo se salvan las chicas jovencitas del comedor del desayuno que a pesar de las quejas de los clientes no perdían la sonrisa. El desayuno dos maquinas de café una de ellas estropeada todo el fin de semana, se quedaban sin tazas, tardaban en reponer, colas y mas colas. Este hotel me gusta por el estilo de habitación y garaje debajo pero si no vuelve a mejorar, es una pena.

El recibimiento fue bastante malo , llegamos justos para cenar por retraso de barco y falto poco para que nos hechara la bronca .para rematar no había agua caliente esta mañana y prosegui el viaje sin ducharme . Un gustazo

Alojamiento que debió ser años atrás un lugar paradisiaco a escasos metros del circuito de Cheste. Casitas muy curiosas que conforman una urbanización que debió ser bastante bonita. A día de hoy necesita mantenimiento, las humedades, las reformas tipo lavado de cara mal hechas y la suciedad de las colchas en las camas no dan buena impresión al visitante. Detalles como molduras de puertas atornilladas, azulejos del baño pintados, olor a humedad y suelo laminado de la habitación muy desgastado, además de las cochas sucias dan bastante mala impresión. Tanto es así que nos dieron ganas de buscar otro alojamiento. Decidimos quedarnos por la hora y las inclemencias del tiempo. Las sábanas sí estaban limpias, el baño es decente y su limpieza correcta y las camas son cómodas, aunque debajo de ellas salieron a saludarnos algunas pelusas. Por suerte el climatizador funciona muy bien y pudimos dormir con las sábanas y prescindir de las colchas. Cenamos y desayunamos en el restaurante, el precio no fue caro y todo bien. No voy a quejarme porque sería mentir. Mi consejo a los propietarios es que inviertan en el alojamiento porque tienen un lugar que, si saben conservar, puede darles un rendimiento mayor. En el actual estado de conservación quién va una vez quizás no repita, con una inversión de 1000-1500€ a lo sumo por casa se garantizarían la fidelización de la clientela. La crisis ha causado estragos pero salir de ella sin invertir originará más estragos aún.