Chala Number 6

Esta propiedad está justo en el centro de la ciudad. Nos recibió un personal increíblemente atento. Desde la recepción hasta el personal de la piscina, el bar y el restaurante, ofrecen un servicio excepcional. La propiedad está bien cuidada y las habitaciones son increíbles. Disfrutamos muchísimo de nuestra estancia.

Instalaciones: Bien equipadas, pero el baño es pequeño. Limpieza: Regular. Ambiente: Muy agradable y cómodo. Servicio: El personal masculino fue en general bueno, mientras que el femenino fue regular. El mercado nocturno está a un corto paseo; Wat Chedi Luang, el templo más grande, está cruzando la calle. El hotel tiene su propio spa, llamado Waya, pero me pareció regular y con una mala relación calidad-precio. Las bebidas y los aperitivos son gratuitos en la habitación, y el té de la tarde se sirve en el patio.

Me quedé en Chiang Mai durante 9 días, y la ensalada de té fue la peor experiencia que tuve, ¡era demasiado ruidosa! El aislamiento acústico de la habitación es realmente malo. Hay una escuela al lado, muy ruidosa. ¡Mi hija de 5 años se despierta en la habitación de al lado antes de las 7 en punto todas las mañanas! La habitación es demasiado pequeña y deprimente. ¡El desayuno es realmente malo! La actitud del personal de servicio no es mala!

No sé por qué tanta gente empuja este hotel.Desde el momento en que bajé del auto y me registré, solo había un hermanito en la puerta para ayudar a llevar el equipaje al vestíbulo, y luego solo una mujer en el servicio. me llevó a registrarme. Después de que el ascensor llegó al piso, tomó un poco de tiempo. Pasos hacia la habitación, moví el equipaje de más de 20 kg a la habitación yo solo. Las zapatillas de la habitación no son desechables. En la noche del check-in, por alguna razón, la tarjeta de la habitación no podía abrir la puerta y no podía entrar a la habitación en medio de la noche, así que tuve que ir a la recepción para solucionarlo. Lo más exagerado es que al día siguiente, la luz de la habitación se rompió en la tarde, y estaba como boca de lobo, busqué en el hotel para arreglarlo, solo dinos que esperemos, esperé en la puerta de la habitación para más de una hora, y luego me dijeron que no se podía reparar. La habitación, empaqué el equipaje en la habitación oscura, o me mudé al ascensor solo, y luego me mudé a la nueva habitación (llamé y dije que alguien ayudaría a llevar el equipaje, o solo vino una mujer delgada, y todos los demás eran 30-50% El grupo estaba charlando en el vestíbulo) Finalmente se resolvió en la noche antes de salir, lo que retrasó mucho el viaje. Cuando finalmente me fui, era el conductor del Grab y llevé el equipaje al auto. No es que no pueda moverlo solo. Es porque siento que pagué el precio de un hotel de cinco estrellas. La habitación y Las experiencias ya son extremadamente malas y aún no me las han dado. Esperando el servicio, ¡realmente se recomienda mantenerse alejado! No hay ningún servicio en todo el hotel. Aunque todo el mundo es muy educado y educado, realmente siento que no es digno de una calificación de cinco estrellas. Tres estrellas es lo máximo. Fue una experiencia de check-in muy mala. Me he alojado en el peor hotel de cinco estrellas. Si no lo hubiera visto, realmente no podría imaginar alojarme en un hotel de cinco estrellas.

A truly unforgettable first trip to Chiang Mai, all thanks to Chala Number 6. This was my first time staying at a boutique hotel, and it completely exceeded my expectations. When our driver dropped us by the roadside, I was briefly unsure—there was no typical drop-off area, and the hotel was nestled beside a school. I started worrying if I’d made the right choice, especially with my mom traveling with me. But those doubts vanished the moment the bellboy crossed the street to greet us and carry our bags. From that point on, everything was seamless. Our room was ready before the official check-in time (bonus point right there 🍪). The grounds are beautifully landscaped and incredibly Instagram-worthy. Traditional music plays softly in the background, creating a calming, almost spiritual atmosphere. One of the biggest surprises? Complimentary afternoon tea from 2pm to 4pm. I’m usually not a fan of traditional desserts, but theirs were so thoughtfully curated and visually stunning—some even reminded me of Nyonya kuih from home. Breakfast was simple but included local Thai items. One dish made from sticky rice, coconut milk, and egg wrapped in banana leaves brought back memories for my mom—it tasted just like her childhood. It rained almost every day during our stay, and at night we could hear the sounds of nature—croaking toads and gentle rainfall. My mom said it felt like we had traveled back in time. There’s also a temple right across the road. As someone who’s a little superstitious, I found comfort in that peaceful presence 😅. Location-wise, it couldn’t be better. The Sunday Market literally starts at the hotel’s doorstep, and there’s a 7-Eleven just a 2-minute walk away. A few minutes further is Lila Thai Massage—I didn’t get to try it myself, but I’ve heard nothing but great reviews. Chala Number 6 made this mother-daughter trip so special. I’m truly grateful for the kind service, the thoughtful details, and the peaceful atmosphere. The price? Well worth it. Thank you, Chala Number 6, for taking such good care of us. We’ll remember this stay for a long time. 🙇♀️

Arrived on a Friday and left on Monday. We stayed here because of its close location to Sunday night market. Very convenient location. Like others have said, there is a school right next door so can be quite loud during the day. I was woken up Monday morning at 8am because of talking heard nearby. Maybe it was from the school? The breakfast is okay. Nothing amazing, nothing bad. I couldn't seem to find any Western tea like English breakfast or earl grey in the whole hotel. Pillows and bed were comfortable. AC worked almost too well 😆 bathtub was wide and deep. One downside was the sink had a very high rim. I could barely wash my face. Husband and I are both shorties so others may not have any trouble.