Usuario invitado
17 de septiembre de 2022
Nos hemos alojado aquí 5 días y la verdad que la experiencia no ha podido ser mejor. Oil y las personas que llevan la casa han sido muy atentas y amables desde el primer momento, resolviendonos cualquier problema que tuviéramos y explicándonos muchas cosas sobre Tailandia y Chiang Dao. En el recinto se respira paz y las vistas a la montaña desde el piso de arriba son espectaculares. Las habitaciones están muy cuidadas y bien decoradas. Puedes pedir desayuno o comida deliciosos y comertelos mirando a esas vistas. Por la mañana te despierta el sonido de los animales que hay alrededor (gallos y pájaros) y la verdad que es muy agradable despertarse así. El último día Vic nos dió una clase de cocina tailandesa increíble e incluso les pudimos enseñar a ellos a cocinar un plato típico español. Realmente nos hemos sentido como en nuestra casa. Recomendamos mucho esta experiencia!