Usuario invitado
24 de febrero de 2025
El hotel está ubicado al lado de la laguna, por lo que esperaba que hubiera un poco de camino off-road, nada que el choche de renta no pudiera cruzar. Al llegar al hotel quedas maravillado por la arquitectura de la fachada, algo que se mantiene en todo el lobby y restaurante. Definitivamente merece tomarte varias fotos. Las habitaciones son bungalows en un segundo nivel de altura que te dan la impresión de estar en medio de la selva con todas las comodidades. La regadera es un concepto al aire libre pero rodeado de plantas que te brindan la privacidad que necesitas para sentirte en contacto con la naturaleza, este fue uno los mejores momentos del día! Me encantó pasar el tiempo escuchando música en una hamaca sobre la alberca, pero definitivamente lo mejor del hotel es su muelle privado donde estuve la mayor parte del tiempo, disfrutando de los sonidos de la naturaleza. El agua de la laguna estaba perfecta para nadar, y si te fijas, puedes que veas que estás nadando al lado de un banco de pececillos pequeños. El kayak no estuvo mal, pero creo que es mejor hacerlo en la primeras horas del día para que no te toque sol y la corriente no esté tan caudalosa. La comida y bebidas son buenas, pero posiblemente un poco caras para la zona. Si bajaran los precios definitivamente me hubiera animado a gastar más. Creo que en esto pueden mejorar. En general me encantó pasar mi tiempo en este hotel, definitivamente pienso regresar!