Usuario invitado
28 de agosto de 2022
El hotel está en el centro de la ciudad, una calle lateral que da acceso a la plaza principal. Su ubicación te permite recorrer toda la ciudad a pie. Al estar en el centro, los alrededores están muy animados (además coincidió que eran las fiestas locales, con lo que más gente por la zona) y tienes muchos locales de restauración a escasos pasos del alojamiento (recomendable las tartas y helados de Iglu, a 50 metros del hotel). El hotel, es al mismo tiempo un hostel, dos establecimientos comparten edificio e instalaciones: recepción, sala de desayuno..... Las habitaciones son amplias, aunque de dimensiones variadas. En algunas además de las camas, hay una especie de salita con una mesa y sofá. La limpieza de las mismas es correcta. El mobiliario está anticuado y necesita una reforma de manera evidente. Las camas no eran especialmente cómodas, los colchones está viejos y hundidos. El colchón estaba muy blando y con zonas hundidas. Además, en verano, se notaba que todos dormimos en el mismo lado, para evitar el aire acondicionado que da directamente al otro lado de las camas. Al final eso hace que se estropee más el colchón que no estaba en su mejor momento El personal es correcto, cumple con corrección las funciones de su trabajo. El desayuno está bien, tienen un surtido correcto de productos: comidas calientes, embutidos, algo de fruta, dulces, yogures...lo único, es que la sala de desayunos no es muy grande y puede hacerte esperar. Nosotros como madrugábamos no teniamos problemas para encontrar mesa, pero en poco tiempo la gente empezaba a tener que esperar