Usuario invitado
11 de agosto de 2024
Situado junto a la oficina de turismo y el ayuntamiento, en pleno centro de Cauterets. No hay parking, pero se puede dejar un momento el coche en la calle Verdun para descargar, y luego llevarlo al parking junto a la estación (10 minutos andando). Habitaciones amplias, decoradas en madera, algo anticuadas pero cómodas. No tienen aire acondicionado, y pueden ser calurosas por la tarde en verano. Por la noche, el fresco entra por la ventana, pero también el ruido de la ciudad. Desayuno por 14 euros, abundante pero poco variado. Lo sirven en mesa, no es bufé. El personal es muy amable, y habla varios idiomas, incluyendo muy buen español. Su terraza se llena a la hora del aperitivo y por la tarde. Es un punto de encuentro. Un hotel antiguo y con encanto en Cauterets. Adjunto fotos de las vistas desde el pequeño balcón de la habitación.