Hotel Meleiros

Muy mal llegamos y no teníamos la habitación a las 3 de la tarde el trato de las recepciónistas fatal muy déspotas el hotel olía entero a tabaco en los pasillos sobretodo había un señor que fumaba dentro del hotel no sé si sería el jefe pero las normas están para cumplirlas era asqueroso el olor, pedimos alguna almohada de más porque las que había eran demasiado bajas y también nos pusieron pegas no volveré ni loca no lo recomiendo.

Al hotel le sobran varias estrellas, más bien es un motel de carretera de poca monta. Hemos pasado 2 noches allí y hemos salido muy descontentos y asqueados. De hecho, no podemos asegurarlo, pero apostaríamos a que la habitación nos la entregaron sin limpiar de los anteriores clientes. Para empezar, el armario olía a pies, tanto que decidimos no deshacer la maleta. El cajón de la mesilla tenía restos de migas y azúcar. Restos de patata frita en el suelo. Cortinas sucias, habitación sin barrer y de inquilina una araña. Abrímos la ventana para ventilar ya que olía bastante a tabaco, y nos encontramos una terraza llena de colillas; bastante desagradable. Lo peor de todo llegó a la noche. Cuando fuimos a acostarnos, nos encontramos con las sábanas sucias y llenas de pelos. Una de ellas tenía lo que parecía una marca de suela de zapato y la otra una clara mancha de rímel. Una de las almohadas olía fatal, lo que viene siendo a babas, por no hablar del grosor que tienen, que parecen un papel de fumar. Bajamos a recepción para comentarlo y nuestra sorpresa fue que nos dijeron que era un problema recurrente, que ya había ocurrido otras veces y que tenían un problema con la lavandería. La solución fue cambiarnos a una habitación superior para dormir y que volviésemos a la nuestra al día siguiente (una vez lo hubiesen "solucionado"). Aunque nos parecía algo engorroso aceptamos, por el asco que sentíamos. En la otra habitación lo que había en las sábanas eran pelos de perro y una toalla de manos manchada de maquillaje. Eran las 2am así que decidimos sacudirlas, usar otra de las toallas y dejarlo estar. A la mañana siguiente entregamos las llaves en recepción y no recibimos ni una simple disculpa. Viendo la situación, revisamos la habitación en cuanto la “limpiaron”. Las sábanas tenían pelos otra vez, pero, al menos, no había manchas. En cambio las almohadas olían muy mal (a suciedad), y estaban llenas de corros y manchas. Creo que podías encontrar allí las babas y sudor del primer huésped que tuvieron. En recepción pedimos otras 2 almohadas. Nos las trajeron y, otra vez, estaban sucias. Se lo comentamos a las chicas de la limpieza y la respuesta de una de ellas fue la siguiente: “te puedo traer otras 2, pero vaya, os va a seguir pasando lo mismo. Si estás no os valen bajáis a recepción a quejaros”. Al final, de 6 almohadas solo había limpia 1. Fue una estancia muy desagradable acompañada de porquería. No nos podíamos creer lo que nos estaba pasando, nunca nos había ocurrido algo asi en un hotel. Por cierto, si ponéis una mampara algo más grande y limpiáis el sumidero dejará de inundarse todo el suelo del baño cada vez que alguien se ducha. En resumen, si estás de paso y quieres pillarte algo de anteriores huéspedes este es tu sitio. A ver si le revisan las estrellas.

Hotel con personal excelente, muy amables y simpáticos, muy buena comida y abundante y todo super limpio. Muy tranquilo. Mis padres fueron a un viaje del inserso. Les atendieron muy bien, les prepararon cena de gala por San Valentín y les obsequiaron con dos botellitas de licor