Bodega La Venta.

Experiencia pésima. Paramos a dormir una noche, ya que a la vuelta de las vacaciones teníamos que conducir muchas horas. Sin embargo, no pudimos descansar en absoluto: desde las 04:00 h hasta las 06:00 h hubo muchísimo ruido, risas y fiesta en los pasillos y habitaciones. Nadie del hotel se encargó de intervenir ni de hacer respetar las horas de descanso. Por la mañana, al ir a desayunar, recibimos un trato muy desagradable por parte de las dos mujeres que trabajaban en el bar. Fueron descorteses en varias ocasiones y, tras una larga discusión, finalmente pidieron disculpas, aunque de poco sirvió. Entre la mala noche sin dormir y el mal ambiente en el desayuno, la experiencia fue pésima. No lo recomendamos en absoluto. Lo único destacable fue la atención del chico joven de pelo largo y del hombre que trabaja en el bar.

Reservé una habitación en este hotel porque se celebraba un torneo nacional de Mahjong, pero para mi desgracia, fue una experiencia verdaderamente traumática. En primer lugar, no había ningún recepcionista al que pudiera preguntar por el check-in o el check-out a las 9 de la mañana, ¡no de madrugada! No hubo señales de vida hasta las 11, cuando finalmente apareció la dueña. Pero lo peor vino después: al entrar en la habitación, me golpeó un olor rancio a tabaco mezclado con detergente. Aunque la ropa de cama parecía limpia, olía a tabaco. La "ducha", si se le puede llamar así, no tenía mango funcional y solo salía agua fría, ¡nada de caliente! Además, mi habitación daba a un sombrío patio interior en la primera planta, con unas ventanas cerradas herméticamente y una rejilla que apenas dejaba entrar la luz, creando una atmósfera lúgubre. Pero lo peor de todo fue la fiesta nocturna que tuvo lugar en ese mismo patio, probablemente una boda, con música estruendosa que resonó hasta altas horas de la madrugada, rematada con petardos y fuegos artificiales que retumbaron por todo el edificio. Todo lo que necesitaba era descansar para poder participar en el torneo al día siguiente. Lamentablemente, otros compañeros tuvieron habitaciones en zonas más tranquilas y no enfrentaron este problema de ruido. Si me hubieran ofrecido esta habitación como último recurso debido a la falta de disponibilidad, al menos esperaría que el precio fuera más bajo que el de las habitaciones sin problemas de ruido reservadas más tarde. En cualquier caso, no tengo intención de volver aquí y haré lo posible para que no se celebre ningún torneo más si no se garantiza un descanso equitativo para todos los participantes.

Excelente, para repetir... y así lo haremos Una experiencia excelente. Sólo hemos hecho 1 noche pero volveremos a disfrutar un poco más de tiempo. El servicio de restaurant también excelente, Rubén es muy simpático y atento. Lo recomendamos 100%

Genial Hotel muy bonito, personal encantador y la habitación muy bonita y la cama comodísima. Cuidado todo al detalle. Sin duda una buena elección

Familia con 2 niños, 2 noches Precioso hotel y solo cenamos una vez en el hotel y la verdad es que delicioso todo. El entorno no ofrece muchas posibilidades, nada que ver a menos de una hora de distancia, tampoco encontramos buenos restaurantes cerca, caros y mala comida, así que compensa mucho cenar en el hotel, los precios son similares. En toda la comarca hay poca cobertura de datos. Las lagunas de Ruidera inaccesibles, para bañarte tienes que lanzarte desde las rocas y para salir escalando.

Nos alojamos como parada en nuestro viaje. Una de las razones era la piscina, la cual tiene poca sombra. Lo peor fue que el aparato de climatización no enfriaba con la calor que hacía (nos dejaron un ventilador para salir del paso). No cogimos la opción del desayuno,pero sí que desayunamos en la cafetería con una buena relación calidad precio. Fuimos a San Clemente que está a un cuarto de hora y merece mucho la pena.