Bodega La Venta.

Reservé una habitación en este hotel porque se celebraba un torneo nacional de Mahjong, pero para mi desgracia, fue una experiencia verdaderamente traumática. En primer lugar, no había ningún recepcionista al que pudiera preguntar por el check-in o el check-out a las 9 de la mañana, ¡no de madrugada! No hubo señales de vida hasta las 11, cuando finalmente apareció la dueña. Pero lo peor vino después: al entrar en la habitación, me golpeó un olor rancio a tabaco mezclado con detergente. Aunque la ropa de cama parecía limpia, olía a tabaco. La "ducha", si se le puede llamar así, no tenía mango funcional y solo salía agua fría, ¡nada de caliente! Además, mi habitación daba a un sombrío patio interior en la primera planta, con unas ventanas cerradas herméticamente y una rejilla que apenas dejaba entrar la luz, creando una atmósfera lúgubre. Pero lo peor de todo fue la fiesta nocturna que tuvo lugar en ese mismo patio, probablemente una boda, con música estruendosa que resonó hasta altas horas de la madrugada, rematada con petardos y fuegos artificiales que retumbaron por todo el edificio. Todo lo que necesitaba era descansar para poder participar en el torneo al día siguiente. Lamentablemente, otros compañeros tuvieron habitaciones en zonas más tranquilas y no enfrentaron este problema de ruido. Si me hubieran ofrecido esta habitación como último recurso debido a la falta de disponibilidad, al menos esperaría que el precio fuera más bajo que el de las habitaciones sin problemas de ruido reservadas más tarde. En cualquier caso, no tengo intención de volver aquí y haré lo posible para que no se celebre ningún torneo más si no se garantiza un descanso equitativo para todos los participantes.

Lugar extraño de paso, limpio (aunque con olor a vinagre de limpieza). Aire acondicionado en habitacion de mal funcionamiento. Wifi directamente no funcionaba. Celebraciones continuas aue impiden el descanso. Camareros poco amables. Piscina llena de avispas que imposibilitan casi el baño. Habitacion muy mal iluminada y sin luz natural. No repetiria ni invitado.

Fuimos un viernes de Julio para hacer noche y cenar tranquilos y acertamos. Es un sitio muy acogedor, muy cuidado, las habitaciones normales con TV de tamaño tablet, pero relación calidad/precio 10. La cena de calidad. Una pega es que a las 0:00h cierran el bar y no hay nada cerca andando, bueno si hay, pero no para todos los públicos.

Alojamiento normalito, con precio un poco alto para lo que es. Pero está limpio y la habitación era grande. La cena en el restaurante estaba buena, pero el desayuno era horroroso. Tenían poca variedad y las tostadas no estaban buenas.

Nos alojamos en este hotel durante una noche ya que se encontraba a mitad de camino de un viaje mas largo que estábamos haciendo y que partimos en dos días para que fuera menos pesado para los niños. Éramos 2 adultos y dos niños. La habitación bastante grande. Se encuentra en una antigua nacional próximo a una autovía. En los alrededores no hay nada o al menos no vimos nada en lo que se pueda hacer turismo, nosotros aprovechamos para visitar Tomelloso que estaba en fiestas. Las camas eran cómodas, la habitación estaba muy bien. El hotel dispone de una piscina, en la que los peques se bañaron. No hicimos uso del restaurante pero tenía buena pinta, el desayuno lo hicimos en el bar y un desayuno normal en cuanto a calidad / precio. Dispone de aparcamiento y un aparcamiento cerrado para el hotel.

Buscámos un hotel para pasar un día de camino a nuestro destino, que permitieran mascotas y encontramos este hotel. Muy limpio, acogedor, personal muy amable, comida excelente y asequible. Además cuenta con piscina, así que los niños pudieron pasar una buena tarde.