Usuario invitado
13 de septiembre de 2022
Experiencia terrible. La peor de mi vida. Nuestra habitación tenía la puerta abierta y las luces encendidas. No había mando para el aire acondicionado y estaba a 26°C. La habitación olía a tabaco y humedad. Pedimos el mando y tras haber esperado media hora nos enviaron a un botones del hotel que era un impresentable. Las sábanas estaban muy sucias. Estuvimos casi otra hora más esperando a que nos cambiasen las sábanas. Nos volvieron a enviar al botones y solo nos contestaba en árabe y nos insultaba constantemente, a pesar de entender francés. "Hizo" la cama él mismo y no tenía ni puñetera idea. Había una manta doblada sobre el colchón. Nos dio mucho asco. La cama quedó muy mal hecha. El botones era un perfecto maleducado y tenía unas maneras chulescas. Ni siquiera nos dio las gracias por la propina. Cogió una moneda, la lanzó al aire le dio la vuelta y, con cara de que no le era suficiente, se la metió en el bolsillo. Comprobamos que nos insultaba con el traductor de Google y preguntando a locales qué significaban esas palabras. Todas y cada una de las veces que vino a nuestra habitación nos insultó y nos vaciló. Pedí al recepcionista por activa y por pasiva que no quería que volviese el botones que nos insultaba y nos lo enviaron otra vez al día siguiente. Se quitó la gorra y fingió que sonreía mientras nos insultaba nuevamente. Tuvimos que volver a dormir con pantalón largo porque algo nos picaba en la cama. El baño era un nido de hormigas. El mobiliario, mal pintado, rayado y había agujeros enormes en la pared y en los marcos de las puertas. El pasillo del hotel era lúgubre y oscuro, como en la película "El Resplandor" (The Shining). Había un agujero enorme en el techo del pasillo. Hubo un ruido infernal de música toda la noche, de una discoteca o similar. Había un monstruo del lago Ness constante en el ascensor cada vez que alguien lo llamaba y se escuchaba desde la habitación. Imposible dormir, por el ascensor y por la discoteca. Había una máquina en el patio de luces con ruido constante, como si estuvieras viajando en avión. No funcionaba la nevera. Nos aseguramos de que estuviera enchufada, pero estaba estropeada. Faltaban toallas. Había un aparcacoches ilegal agresivo compinchado con el recepcionista del hotel pidiendo dinero en zona azul de aparcamiento. Casi llegamos a las manos. El recepcionista del hotel defendía que el aparcacoches ilegal cobrase dinero por dejar el coche aparcado en una avenida de la ciudad, en plena calle. Las mamparas de la ducha no cerraban bien, se inunda el baño y posteriormente la habitación al ducharte. Tuvimos que pedir el mando del aire acondicionado y el de la televisión. Nos pusieron pegas para darnos el mando del aire acondicionado porque era el único que tenían para todo el hotel. Nos lo quisieron negar. La ventana del baño no cerraba y filtraba el ruido infernal de la máquina que parece un motor de avión constante, día y noche. SUCIEDAD. No nos limpiaron la habitación cuando pe