Usuario invitado
21 de diciembre de 2022
El fin de semana del 16 al 18 de diciembre, me aloje con mi esposa, en el “Hotel Casablanca Spa & Wine” o también llamado “Hotel Ruta del Vino”, ubicado en la Ruta 68 con enlace Tapihue, 2480000 Casablanca. Reserve la “Suite” del hotel, por un valor de $ 390.000, por ambas noches de alojamiento, lo que equivale a US$ 434 aprox. (dólar a $900), lo que representa un valor considerable, pero de acuerdo con la propaganda publicitada por el Hotel en “Hoteles.com” y en ***********”, parecía una tarifa adecuada. Debo señalar que este hotel tiene categoría 3 estrellas, pero no le alcanza ni para media, por las siguientes razones. - A la hora del check in, la habitación estaba sucia, sin barrer y el jacuzzi sucio, con moscas muertas en su interior. - La “Suite” no cuenta con aire acondicionado y ese día, se registro una de las temperaturas más altas de lo que va del año. - - Encontramos arañas en las cortinas de la habitación, en uno de los sillones y en la ducha, estas arañas, si bien es cierto que, son inofensivas, mi señora les tiene un pánico atroz, por lo que, desde un comienzo de la estadía, fue muy desagradable. Solicitamos a la camarera que nos llevó a la habitación, que nos trajera insecticida para poder eliminar posibles arañas en otros lugares. - Al desempacar nuestras cosas e intentar hacer uso de la caja fuerte, dispuesta en la “Suite”, esta se encontraba trancada y sin instrucciones escritas para su uso, por lo que concurrí a recepción, para que me enseñaran su uso, la respuesta fue, “que no funcionaba porque un cliente se había llevado la llave”, por lo que no puede hacer uso de ese importante elemento, toda vez que, como concurríamos el sábado a un matrimonio, teníamos algunos cosas de valor que resguardar, tal como relojes, joyas y dinero. - Nos cambiamos de ropa y nos dirigimos a la piscina exterior, la cual estaba sucia, sin mantenimiento, por lo que decidimos ir a la piscina techada, en el supuesto “Spa”, donde no había toallas, estaba todo desordenado y sucio, tanto el agua como la dependencia. A mi señora le dio asco la piscina, así que ingrese solamente yo al agua. Estas dependencias -como todo el Hotel- en un estado de abandono total, sin mantenimiento, la pintura de las piscinas saltadas, lleno de tela de arañas y el agua sucia con tierra y hojas. Aún había vestigios de una celebración anterior, ya que había guirnaldas y pulseras que se usan como cotillón. - Regresamos a la “Suite” e intentamos ducharnos, no salía agua caliente en el baño, intenté llamar por el citófono interno a la recepción y este aparato no funcionaba, me vestí nuevamente y debí bajar a la recepción a dar cuenta de esta anomalía, donde concurrió una persona a solucionar el problema. Esta situación, se repitió el sábado por la mañana, cuando nos intentamos duchar nuevamente. - En la noche intentamos comer en el restaurante del Hotel, pedimos la carta, la cual es tremendamente acotada y su fuerte son las pastas, debiendo ser -a mi consideración- una carta de com