HOTEL CASABLANCA BCW

El lugar es si es precioso, tranquilo y sus jardines muy bien cuidados. Cuenta con unas lindas y grandes piscinas (temperada y exterior), y unos relajantes hot tub (que hay que reservar con anticipación). Destaco la atención de todos sus colaboradores, muy amables y esmerados en que todo sea agradable para nuestra estadía. Amé la comida del restaurante, ya que si bien estaban actualizando la carta, lo que probamos (pescado) estaba preparado maravillosamente. Es para tener un relajo total y recargar pilas.

Un lugar que me sorprendió... la esencia de la perfección en cada detalle ; colores y formas un gusto increíble ; una total invitación a los sentidos que te lleva desde una desconexión total de la ciudad y su vorágine a una conexión total contigo mismo. Habitaciones maravillosas, camas exquisitas, una piscina única, hot tubs impecables y un sauna top. Todo con el corazón de sus dueños que te invitan a compartir como en casa.

Un lugar espectacular para ir a relajarse y comer rico... Cocina exquisita, un lugar precioso y lleno de detalles, la decoración es de muy buen gusto. Los dueños muy preocupados y cálidos, recomendado 100% Vuelvo feliz!

De aniversario de matrimonio, con mi señora necesitábamos un tiempo para ambos, desconectarse y relajarse. Este hotel es perfecto! Todo lo que ofrecen es de lo mejor. La atención de cada persona te hace sentir especial, sea por correo, por teléfono o en persona, siempre un se siente privilegiado. La cena, de una carta sencilla (en cuanto a los ingredientes), pero hecha con corazón y con las mejores manos, te hace disfrutar cada bocado. Sus tinajas, su hermosa piscina y el relajo que uno siente desde que entra al hotel, hacen que cada segundo que uno pasa en el hotel sean totalmente disfrutarles y relajantes. Esperamos volver

Un hotel tranquilo, con pocas comodidades y que incluso podría llegar al borde de "aburrido". Tiene bastantes detalles que dejan en duda el valor por noche que te cobran. Nota que todo lo que comentaré lo hice saber durante mi estadía, ya que me ha pasado que después llega la respuesta que dice "por que no nos comunicó la situación para mejorarla". Empezando por el ingreso, un portón eléctrico al cual tienes que llamar por teléfono o citófono, parece normal, el tema es que tendrás que esperar varios minutos para que te contesten, parece que nadie se preocupa de la puerta o el teléfono. La habitación es cómoda, pero con sus "que", el baño sin cortina / shower door muy lindo, pero se moja todo hacia fuera de la ducha. Mi habitación no tenía caja fuerte (tema básico) El hotel dice contar con WiFi, si existe, pero la conexión es tan mala, que mejor hazte la idea que no hay internet o sólo usa tus datos del celular. Televisión, la mitad de las habitaciones tienen DirectTV y la otra mitad Zapping. Para que Zapping funcione necesita internet, en mi caso fue prácticamente imposible ver más de 5 minutos seguidos de TV, sin que se corte la señal. Piscina exterior, muy bien, con reposeras y una buena cantidad de sol todo el día. Piscina climatizada, muy bien, tranquila e ideal para disfrutarla. Las tinajas, son para las abejas, no vi nadie que durara más de 10mins, pero bueno no es mucho lo que se puede hacer con la naturaleza. El restaurant.... Desayuno comienza a las 9am, debe ser el hotel donde más tarde comienza el desayuno. No es tan "buffet" como lo promocionan, sólo el café es autoservicio, te llevan lo básico de un desayuno y lo que si mejora bastante son todas las preparaciones de huevos que te ofrecen (creo que es lo que salva) Almuerzo/Cena, hay que reservar previamente, sino olvídate. Las chicas que atienden en el restaurant hacen lo posible por darte un buen servicio, pero se ven superadas en cantidad, es muy difícil darte un buen servicio si tienen que atender a 10 mesas a la vez. La comida no me gusto, tuve un problema con un plato, pero el chef se acercó a pedir las disculpas y ofrecer otra alternativa, no me lo cobraron y me regalaron un postre. La carta es limitada creo que si vas 2 veces a la 3ra vas a querer comer en otro lado (fuera del hotel). En resumen, un lugar para descansar, disfrutar la piscina y hacer planes para los alrededores y no quedarte mucho en el hotel.

Arrancando de los calores de Santiago nos encontramos con este bello hotel boutique. La infraestructura es de primera, todo parece recién instalado y funcionando bien. La habitación era grande, la cama muy cómoda, el baño amplio y con una ducha espectacular. La cortina eléctrica entretenida de usar, un LCD de buen tamaño con Netflix, Amazon y otros servicios operando y una wifi de buena velocidad y estable hasta la medianoche y la calefacción funcionó perfecta. El restorán muy bonito y con una cocina variada y de calidad, siendo pescetarianos tuvimos posibilidad de probar distintos platos en las cuatro ocasiones y en cada una ambos quedamos contentos con el sabor y las cantidades generosas que justificaron los precios altos. Felicitaciones al chef Ivan Parra y a los/las amables garzones. Las tinajas y la piscina temperada fueron perfectas y el entorno natural, en medio de una pequeña viña era bello, muy cuidado y lleno de pajaritos y abejorros. La temperatura fue ideal , al menos 10 grados menos que en Santiago.Muchas gracias a Rodrigo y Señora, los dueños, que viven ahí mismo y se preocupan de conversar con los pasajeros, con un perfecto inglés cuando fue necesario, y hacerlos sentirse en casa. Esperamos volver.