Hôtel Hibiscus

Es un hotel bastante aceptable para lo que es Senegal. Algunos miembros del personal son antipáticos lo que choca con la amabilidad que caracteriza a los senegaleses. La limpieza de las habitaciones es muy buena. La comida es regular sobre todo si la comparas con la de algunos países europeos. La playa bonita pero sucia. Una pena la falta de iniciativa de esta gente para la limpieza.

Este hotel está situado al borde del mar con una playa bastante grande pero en la que no apetecía estar ni bañarte porque estaba muy sucia. Me extrañó que siendo un hotel de 4* el hotel no se preocupara de mantener limpia por lo menos su zona. Por lo demás está muy bien y las cenas por la noche al aire libre en un precioso restaurante con un bufet muy amplio que incluia distintos platos de barbacoa hechos al momento. Cabañas individuales muy completas y una preciosa piscina. A ver si limpian la playa porque subiría muchos puntos.

Hotel correcto con habitaciones de diferentes categorías. La nuestra no era muy grande, aunque correctas. Era realmente un anexo de una habitación mayor. El hotel se está recuperando de la época covid, pero aún hay ciertas cosas que no entendemos por qué no se hacen, como por ejemplo el acceso a la playa.. es un pequeño basurero en el que conviven, latas… plásticos… restos de cosas… Si no hablas francés o l a lengua local es complicado hacerte entender, allí nadie habla ni inglés ni español. El restaurante es excesivamente caro, somos madrileños y estamos acostumbrados a precios altos, pero esto es un sin sentido; ejemplo. 1 botella de agua con gas son 6 euros.- La playa frente al hotel está muy sucia, insisto plásticos, restos… y no les costaría nada recogerlo. El ritmo de la plantilla de trabajo es muy lento, a excepción de un chico que estaba en todas partes y que se llamaba iBU. El staff es lento, hacen que no te ven… complicado. Eso si, el entorno maravilloso, aunque nada cerca del hotel.