Usuario invitado
26 de septiembre de 2024
Por el precio, el hotel estaba bien, pero el servicio a veces era deficiente. Entretenimiento: Pietro se esforzaba cada noche, era amable y atento con personas de todas las nacionalidades. Tenía una voz excelente, ya fuera cantando música clásica o moderna, desde Bocelli hasta los Beatles. Habitaciones: básicas, habitación pequeña, limpia, cama cómoda, buenas duchas con agua caliente, limpieza diaria. Zona: tranquila, agradecimos alquilar un coche para explorar más de la región noroeste (La Madellena, San Teresa Gallura, Palau, San Teodoro, Olbia, Tempio, Porto Cervo, todas merecían la pena). No probamos los autobuses, pero oímos que no eran fiables. La playa del hotel estaba bien, pero no había muchas comodidades, posiblemente porque era temporada baja. Comida: ¡la comida era buena, pero no elegante! Mucha variedad; las sopas estaban deliciosas. Como algunos alimentos se podían acabar, todo el mundo se apresuró a entrar a las 19:30. Parecía que se gestionaba de forma caótica. El personal suplente era agradable, pero los jefes de camareros eran una ley en sí mismos y no les gustaba que los molestaran, ni siquiera cuando pedían algo como cucharas. SIN EMBARGO, lo que más nos molestó fue algo bastante trivial. Nos habían dicho en la primera comida dónde sentarnos y que bajo ninguna circunstancia debíamos cambiar de sitio; esa era la norma. (Fueron muy estrictos al hacer que algunas personas se sentaran en el Porche cuando llovía. En nuestra última noche, el número de nuestra mesa había desaparecido y había otra persona sentada allí. Cuando se acercaron al jefe de camareros, este nos dijo que teníamos que sentarnos en otro sitio para que pudiera acomodarse un grupo italiano. En recepción, ¡dijeron que habían intentado llamarnos! El personal de recepción coincidió en que la situación era mala, pero no podía cambiar nada. Les explicamos que, como habíamos seguido sus normas y ellos las habían incumplido, no queríamos sentarnos en otro sitio, así que renunciamos a la cena. Un detalle tan insignificante, pero que nos ofendió bastante, tanto por ser una pareja mayor como por nuestra nacionalidad. Dejó una nota amarga en la última noche.
Texto originalTraducción facilitada por Google