Usuario invitado
2 de octubre de 2023
Pasé dos noches en esta joya escondida. Sorprendentemente, fui el único huésped durante mi estancia. Los bungalows (construidos de hormigón con acabados de bambú) son básicos pero perfectamente adecuados. Simplemente asegúrate de tener las expectativas claras y no esperes un lujo de 5 estrellas. Cada bungalow tiene dos camas muy grandes con mosquiteras (recomiendo traer tu propio repelente; me sentí como si me hubiera pasado toda la estancia alimentando a los mosquitos). Además, hay dos hamacas en el balcón. La cena está incluida en la estancia y ofrecen opciones de almuerzo asequibles. La cerveza es baratísima. Los huéspedes pueden alquilar una bicicleta y explorar el pueblo. Sin embargo, ten cuidado, ya que algunos caminos/senderos del pueblo están en obras y no todos los cojines de los asientos de las bicicletas son cómodos. Recomiendo a los posibles huéspedes que reserven directamente a través de su página web, ya que ofrecen traslado gratuito (yo opté por que el conductor de Green Village me dejara en una casa de familia en la ciudad de Can Tho). Reservé dos excursiones: 1 - Un paseo en barco por la noche (ten en cuenta que llovió debido a la temporada de monzones en septiembre). 2 - Una visita matutina al mercado flotante de Can Tho, ¡que recomiendo muchísimo! Mi guía es una señora encantadora llamada Nhung, conocedora del mercado flotante y del mercado de la ciudad de Can Tho. Un consejo: si a su conductor le cuesta encontrar el lugar (la calle lateral junto al puente no aparece en Google Maps), por favor, llame al hotel. La recepcionista le ayudará. Sin embargo, hubo dos pequeños inconvenientes: 1 - Se oía música de karaoke de una propiedad vecina por la noche. 2 - No estoy seguro de si la administración puede solucionar esto, pero creo que deberían sellar las aberturas alrededor de las puertas delantera y trasera y la ventana del baño. Algunos insectos se colaron en mi habitación, lo cual fue un poco molesto.
Texto originalTraducción facilitada por Google