Casa De Aldea El Frade

Nos gustó mucho. La amabilidad de los propietarios, la limpieza, la ubicación, las vistas. Nos gustó el detalle de que te dejen una botellita de agua en la mesita de noche. Recomendamos.

Bueno,para mí mujer y para mí,el sitio es ideal para desconectar,un gusto excelente tanto las instalaciones,como el trato recibido,fina y su marido son extraordinarios.Es la segunda vez que venimos,y no hay dos sin tres,les tenemos un cariño especial,muchas gracias por todo y acabamos de llegar, cuando nos marchemos se hará duro,como dice el último de la fila,en fin..buena gente.

Situado en la localidad de Camango. Para llegar al alojamiento, evita coger la recomendación de Google Maps por la A-8, ya que es una carretera estrecha, de arena y piedras, cuando puedes llegar mejor por la carretera AS-379 desde la cual sale una carretera más ancha y visible. Una vez llegas, tienes un parking privado exterior que es gratuito (no hay problemas de espacio) y una zona de mesas de picnic para comer. En el otro lateral, es una zona verde con una portería. Nos atiende una mujer muy amable llamada Fini, indicándonos que habitación tenemos (nos cuesta unos 60€ por persona y noche). La habitación esta en la planta primera. Está limpia y ordenada y buenas vistas. El desayuno está incluido y se come muy bien. Pone Fini o su ayudante café con leche a los mayores, los niños piden leche fría y tienen colacao en sobre. Ponen un croissant por persona (otro dia nos pusieron un bizcocho casero), en una copa ponen zumo de naranja pero es de brick, luego bandeja con jamón serrano queso y chorizo, ponen bandeja con trozos de pan ya que hay otra bandeja con packs de tomate mermelada de fresa mermelada de melocotón y miel, sobres de sal y de azúcar. Es un desayuno completo que se puede repetir. Otro día compramos comida y lo cenamos fuera en las mesas de picnic. El alojamiento está bien insonorizado para ruidos y para lluvias. La habitación tiene tv pero no es intuitivo el mando. Se paga la estancia el último día.

Estuvimos recientemente durante un viaje en familia. Es un hotel rural con encanto en una zona tranquila pero muy cerca de Ribadesella, con acceso bastante rápido por la autovía o por la carretera nacional (mejor este ya que el otro es muy estrecho) La casa se encuentra en un diseminado de casitas pero relativamente aislada, rodeada de un jardín muy cuidado, con zonas de picnic y barbacoa. Las vistas a la montaña son muy bonitas. El interior de la casa está mu limpio, con habitaciones y baños espaciosos y todo bastante nuevo. Los desayunos son abundantes y ricos, con diferentes opciones: mermeladas, aceite, mantequilla, tomate triturado...(todo en unidosis para mayor higiene) para echar al pan y croissant (algunos días hay bizcocho casero riquísimo) y también ponen una bandeja en cada mesa de embutido y queso. El personal, especialmente la dueña, Fini, muy cariñosos y atentos, te hacen sentir como en casa. También tienen una gata muy simpática que habita por el jardín y a veces se acerca a saludar. Me gustó el detalle de que te dejen una botellita de agua en la mesita de noche, por si se te ha olvidado comprar. En definitiva, muy recomendable si quieres una zona de descanso tranquila rodeada de naturaleza pero muy cerca de diversas zonas turísticas.

El sitio es extremadamente increíble. La belleza de la casa es espectacular cada detalle limpieza absoluta pero al margen de la Magia del lugar La Paz y la belleza mi corazón se quedó allí con fina dueña del lugar, con gente así el mundo sería mejor. Sin dejar de lado que fina hace el mejor bizcocho casero de este planeta y el resto de personas del servicio son puro amor. Me acabo de ir y ya quiero volver GRACIAS

Casa ubicada en paraje muy tranquilo y cerca de Ribadesella. Todo muy limpio, camas comodas, personal muy atento. El problema principal es que en la casa, a parte del desayuno, no te ofrecen ningun servicio, no se puede comprar ni agua ni tampoco hay disponibilidad de cocina ni de nevera. Tampoco dispones de menaje de cocina por si quieres utilizar la barbacoa o las mesas de picnic que tiene, o sea que si quieres hacer alguna comida alli tienes que llevartelo todo, y cualquier cosa que necesites has de coger el coche ya que cerca no hay nada. El desayuno es poco variado pero completo, aunque faltaria alguna pieza de fruta. En conclusion, se descansa muy bien, se esta muy tranquilo pero justa en cuanto a servicios.