Usuario invitado
31 de diciembre de 2024
Me veo en la obligación de denunciar formalmente la absoluta falta de calidad, respeto hacia los clientes y profesionalismo que experimenté durante mi estancia en el Hotel Boutique Ciudad Jardín. Las condiciones de la instalación y los servicios ofrecidos fueron tan deficientes que hicieron de esta experiencia no solo decepcionante, sino completamente inaceptable, especialmente considerando la tarifa de 100€ por noche. A continuación, detallo punto por punto los graves problemas encontrados: Falta de toallas: Durante tres días, mi familia de tres personas tuvo que compartir una sola toalla, que además nunca fue cambiada. Solo después de numerosas solicitudes nos proporcionaron tres toallas limpias. Este nivel de servicio es inaceptable incluso para un establecimiento de categoría inferior. Falta de limpieza: El hotel estaba sucio y en mal estado, algo totalmente inadecuado para el precio pagado y la imagen que debería representar. Piscina de pago no informada: Descubrir al llegar que el acceso a la piscina era de pago (50.000 pesos al día por persona) fue un golpe bajo. Esta información, completamente omitida durante la reserva, es una clara violación de la transparencia hacia los clientes. Acceso en condiciones deplorables: La entrada al hotel estaba embarrada y prácticamente intransitable, lo que hizo que la llegada fuera incómoda y peligrosa. Desayuno vergonzoso: Durante dos días consecutivos, faltaron ingredientes básicos como arepas, pan, frutas y azúcar. Además, no era posible pedir un huevo cocido. Esto, sumado a la falta de cebollas y tomates para preparar el huevo perico, y que el único jugo disponible era de sandía, demuestra un nivel de desorganización absolutamente imperdonable. La situación fue tan extrema que nos vimos obligados a organizarnos con otros huéspedes para salir del hotel y comprar un desayuno decente fuera de la propiedad. Higiene peligrosa en el área de la piscina: El olor a orina de perro en la zona de la piscina era insoportable, y la higiene en general se encontraba en un estado peligrosamente deficiente, especialmente para los niños o cualquier persona que camine descalza, algo normal considerando que se trata de un área de piscina. Ruido insoportable: El nivel de ruido durante toda la estancia, incluyendo los ladridos constantes de los perros y otras fuentes de ruido nocturno, hizo imposible descansar. Atención inexistente: El personal demostró estar completamente ausente y desinteresado en resolver los problemas reportados, agravando aún más los inconvenientes sufridos. Internet inoperante: La conexión a internet, que debería ser un servicio básico, fue prácticamente inutilizable durante toda la estancia. Por último, debo señalar que no fuimos los únicos huéspedes en experimentar estas graves deficiencias. Durante nuestra estancia, nos encontramos con varios otros huéspedes haciendo fila en la recepción para presentar las mismas quejas, lo cual refleja un problema generalizado y no un caso aislado. Su
Traducir