La habitación era pésima, estaba llena de telarañas, de arañas, y de polvo, pusimos un papel para que la persona encargada de la limpieza las quitara ya que no era muy agradable dormir con las telarañas arriba, y no las quitaron, solo se encargaron de quitar las dos patas de araña grande que matamos. Los muebles son muy viejos y se ven desgastados, al igual que el ventilador esta oxidado, el suelo sucio (aunque se explica que es debido a un producto de limpieza), el baño en sí esta viejo y la bañera medio amarilla, aunque lo qué más me gustó era el espejo grande que hay. Las luces del espacio central de la habitación solo iba una, y en la habitación también solo iba una y además con poca iluminación. En el tendedero no cabía nada y estaba sucio, el sofá era súper incómodo y por detrás se veía roto, no llegaba bien la wifi y cuando entrabas a la habitación o al baño se desconectaba, las camas una de ellas se podían tocar los muelles, los cojines sin más, La ubicación no está mal, quitando que detrás del hotel hay un descampado y pillamos durante unos días a gente trabajando para este y con la radial todo el rato el cual molestaba y no se podía estar en la habitación tranquilo, pero se puede entender. Asimismo detrás esta cerrado por una valla floja el cual no genera confianza. El camino para llegar a la habitación había un trozo que siempre todos los días olía a alcantarillado.. Además el primer día al llegar al hotel, no nos pusieron la pulsera de media pensión (que puede ser un despiste) pero estuvimos cuatro días sin ella y nadie nos dijo nada, hasta que un día en la cena el jefe de personal, nos dijo que si no teníamos no podíamos estar ahí, y que entendemos que un despiste puede tener cualquiera pero el mal trago ya pasó.. La comida sin más, si que había cosas muy buenas, y se nota que los cocineros se lo curran, al igual que los que están limpiando, no paran quietos y super amables. Había días que no venían a limpiar la habitación, aun poniendo el cartel de por favor limpiar. Las fotos no parecen lo que hay en realidad, o almenos nuestra habitación no tenia nada que ver. Y lamentablemente si se siente que hay mucha más atención a los extranjeros que a los españoles. Y de buena mañana ya no se podía estar en la piscina, ya que ocupaban las butacas y sitios enseguida. Pero bueno, nos fuimos defraudados por la habitación, por la limpieza y por la incomodidad que hay en ella. Porque los espacios comunes, la piscina la limpian todos los días, y el comedor también está limpio, además hay un espacio para niños fuera. Es un sitio que pienso que necesita reformas y más limpieza en las habitaciones, es bonito por fuera, pero en general, no nos quedamos contentos de la estancia.
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