Pedro S
6 de mayo de 2024
Está ubicado justo en el paseo marítimo de Calella. El personal de recepción es amable y eficiente. Tiene dos ascensores lo que debería ser suficiente, dado que tiene ocho plantas de las cuales todas menos una están repletas de habitaciones. Ademas, son lentos y pequeños. Los pasillos están bien iluminados y las habitaciones bien identificadas. La habitación para uso individual tiene unos 18m2, tiene una distribución cómoda, clásica. Tanto la dos camas eran de 90cm como las almohadas eran cómodas. La insonorización no era buena, se oía tanto el ruido exterior, los trenes al pasar, como el jolgorio de la zona de la terraza y las piscinas, y el de las habitaciones contiguos. La iluminación era correcta y casi se podía dejar a oscuras. El mobiliario estaba más o menos en buen estado, aunque era muy básico, de batalla. La TV era de unas 28" y tenía numerosos canales de la TDT local y nacional, así como emisoras en inglés, alemán, italiano, etc. Había un equipo individual de aire acondicionado que se podía regular. El baño era amplio y cómodo, estaba adaptado a personas en silla de ruedas. Su iluminación era correcta. La grifería funcionaba correctamente y las toallas eran agradables. El comedor era estresante, pues había pocas mesas y muchos huéspedes, por lo que había que guardar cola y no daban a basto a reponer. Además, los horarios no estaban bien pensados ni para los nacionales ni para los extranjeros. Además, tanto el desayuno como la cena no eran de muy buena calidad. La wifi no funcionaba bien, se bloqueaba cada poco no te podías conectar. En resumen, un hotel playero de esta categoría que debería mejorar algunas cosas.