Club Esse Cala Gonone Beach Village

Es difícil saber empezar, pero resumo diciendo que minimo le sobran 2 estrellas a este hotel. Comidas: Las cenas pésimas, solo una carne o un pescado y te ponen la comida en el plato como si te estuvieran perdonado la vida. Te racionan la comida. Mis hijas de 14 y 17 años, que pagan como adultos, no tenían la posibilidad de tomar un refresco. El postre fue repetitivo, una unica variedad de fruta (la mayoria de veces manzanas). Nada de lácteos, yogurt u otras posibilidades. Reclamé al encargado por ser un hotel de 4* y me dijo literalmente "eso es lo que hay". Si llegas 20 minutos antes del cierre del comedor, no comes. Ya han quitado toda la comida. Pan sin gluten una bolsita al dia, si pedías más te decían que no había. Habitaciones: Si no eres amigo de los animales, no vayas. Una media diaria de 50 o 60 hormigas por todo el baño. Camas duras y en 7 días, solo 2 nos hicieron la cama. Nunca nos cambiaron las toallas ni limpiaron el baño. ANIMACIÓN: Es lo único destacable. Desde por la mañana en la playa hasta el fin del dia con los espectáculos. Los muchachos super simpáticos, agradables y serviciales, al igual que el personal. Muy buena animación. DESTACABLE: La piscina impecable y limpieza de zonas comunes.

Pense que por ser un hotel de 4 estrellas, beach resort, seria mejor, pero para nuestra decepción, las habitaciones necesitan una actualización urgente. Bien por tener un trenecito que te lleva del hotel a la playa y viceversa, pero sin respetar los horarios que dice tener, por lo cual no sabes si lo puedes coger o no. La animación, se lo trabaja, y los espectáculos son un poco distraídos. En ocasiones se olvidan de poner algunas de las toallas cuando hacen la habitación, y debes de buscar por el resort el carrito para pedirlas. La piscina? Muy bonita, pero con un horario que cierra a las 19h y te hechan directamente del recinto a golpe de silbato. El comedor, con bastante monotonía en las comidas y desayunos, sin indicar que es lo que comes. Cuando se acaban algunos de los platos, no los reponen y si llegas un poco mas tarde de las 20h no puedes probarlo porque se ha acabado. Se encuentra en poco espacio para tanta gente, debiendo hacer colas largas para los segundos. El horario de la cena, ridiculo, de 19:30h a 21h, casi en la merienda. Podrían esmerarse en preparar comida sarda con lo buena que está. El parking fuera del recinto, en una zona de descampado que si tienes suerte encuentras sitio para aparcar.... Wifi, solo en zonas comunes, y no siempre en buena cobertura. Cuando llegas, te recogen con un carrito de golf con las maletas para llevarte a la habitación (en mi caso en la otra punta de la recepcion, sobre la montaña), y cuando te vas, buscate la vida para bajar las maletas por el terreno empinado en el que está. En si, lo que esperaba unas vacaciones bonitas, por el hotel no lo fueron tanto.