Julia L
9 de septiembre de 2024
Mi experiencia en el Hotel Mar de Mallorca no ha cubierto en absoluto mis expectativas, empezando por el personal de recepción, bastante tosco y desagradable. Considero que les falta mucho tacto a la hora de tratar a la clientela con la educación que se espera de un personal que atiende al público. Aquí debo hacer una excepción, las recepcionistas Josefina y Luz. Ésta última intentó solventar un problema que me surgió hasta que llegó, la que creo era su responsable (media melena castaña y lisa), y la cortó en seco, sin ninguna consideración y, sin tan solo, mirarme a la cara cuando se dirigía a mí, una grosera. El personal de comedor sigue la misma línea de antipatía con unas cuantas salvedades tales como todo el personal que cocina en vivo, especialmente la señora que prepara huevos y tortillas a la plancha que era realmente encantadora, una camarera morena que siempre llevaba dos trencitas e irradiaba simpatía y otra señora morena con el pelo corto que creo que era la encargada (Lupe, creo que se llamaba). Quisiera destacar la labor de la camarera de piso María del Rosario, una señora muy educada y profesional. En cuanto a las instalaciones, bueno, para ser un 4* dejan bastante que desear, especialmente el gimnasio, sucio y sin mantenimiento, así como la zona de SPA, nada recomendable. La comida es correcta, sin demasiadas pretensiones, algo limitada y repetitiva. La insonorización de las habitaciones deficiente, rindo constante del resto de clientes y de tráfico. Qué decir de de los autocares!!!!, con motores en marcha a las 5 a.m., imposible descansar. Soy consciente que el mundo de la hostelería es muy duro, que estamos casi a final de temporada y que el personal está cansado pero los clientes no tenemos la culpa de ello. En líneas generales decir que NO recomendaría este hotel a ninguno de mis conocidos ni familiares, y es una pena porque GRUPOTEL siempre había sido una cadena de referencia para mí.