Hosteria Villa Cardon

Increíble lugar, una casona convertida en hostería con una calidez enorme, el trato que recibimos de todo el personal es increíble, Ariel, Sergio, el flaco de la tarde, etc. El servicio que brindan es impecable, están en todos los detalles, atentos a las necesidades del turista. El wifi funciona muy bien, la habitación amplia con estufa y el baño, para una ducha reparadora, es perfecto. La ubicación es muy buena, a pasos de la plaza, donde se encuentran la mayoría de los negocios. Recomendable 100%.

Desde que llegamos nos recibió personal del hotel muy cordialmente mostrándonos nuestra habitación y ofreciéndonos jugo de naranja y aconsejando que hacer y donde ir para pasarla bien. La habitación muy cómoda con hermosa decoración. Por la noche nos recomendaron cenar en el mismo hotel donde comimos exquisitas pizzas preparadas en el momento por Ariel. Durante la estadía estaba el dueño verificando todo y tratando muy cálidamente. El desayuno espectacular con jugo, fruta, tostadas con mermelada casera, escones y huevo revuelto con palta. Un lugar para recomendar sin pensarlo.

Lo mejor de todo el viaje venimos desde CORDOBA, y pasamos por san Miguel de Tucumán y cafayate y Cachi y esta hostería lo mejor de lo mejor , Agustin y diego q nos hizo cabrito , diego el mejor en todo , Atenciòn predisposición diego es como si nos cocino solo para nosotros, diego Mil puntos !!

Lindisimo lugar!!! Súper limpio y cómodo. Excelente atención. Comida riquísima y casera, los panes son un 10. Todos muy cordiales. Ubicación Perfecta. Recomendable!! Un lugar para descansar y relajarse

Lugar muy epecial pero muy acogedor para disfrutar . Atencion excelente .. Muy buen desayuno!!! Si bien la habitacion y el baño son pequeños, es un lugar que tiene una magia propia... Solo 4 habitaciones.. asi que reservar antes del viaje!

Pequeño hotel boutique en Cachi, con sólo 4 habitaciones. Atendido por su dueño. Nos hospedamos en enero de 2021, con dos de mis hijos, en una habitación triple, con tres camas individuales. La habitación amplia, luminosa y las camas con sommier y colchones de resortes, muy cómodas. El baño, si bien pequeño, muy cómodo y con atenciones de shampoo y otros. Muy bien ubicado, a sólo dos cuadras de la plaza. El desayuno se sirve en una pequeña cocina, directamente por los dueños y es abundante. Fue una casa vieja del lugar, remodelada, por lo que, en sí, el edificio es atractivo. Sin lugar a duda, lo mejor, es la atención de Silvio, que se desvive por hacer que te sientas bien y cómodo. Sin dudas volveré y lo recomiendo ampliamente