Hotel Marlen Cabo Frio

Precio que no condice con calidad. Caro para lo que brinda. Como positivo se puede destacar la atención del personal, la limpieza diaria y el desayuno que es rico y variado. También la cama muy cómoda y la heladera funcionaba bien. Es buena la ubicación cerca de la playa. Como negativo podemos decir que son instalaciones antiguas, con falta de mantenimiento, presencia de humedad en las paredes y techos. La señal del wifi es muy mala. El hotel en sí es ruidoso, no hay insonorización, sobre todo las habitaciones que dan a la calle, ya que se escuchan todos los sonidos de afuera y entran todos los olores de las cocinas. Aparte hay un teléfono en el pasillo que utilizan las mucamas que suena durante toda la mañana desde temprano el cual se escucha desde las habitaciones. Las duchas son eléctricas por lo que en algunos momentos se siente una leve descarga de corriente al intentar cerrar el grifo. Las habitaciones tienen poca luz y no cuentan con suficientes enchufes (la nuestra solo tenía dos a cada costado de la cama, y solo uno funcionaba). Las cajas fuertes estaban rotas o no tenían cerradura. Por ultimo, me pareció un poco mucho las afirmaciones religiosas que se encuentran gravadas en las puertas y en los cuadros de las habitaciones. Quizás para alguien que no sea católico o evangélico eso no caiga muy bien.

Estuvimos 8 días, el hotel de afuera no dice mucho, ya que hay un local en construcción, pero una vez que ingresas, se encuentra perfecto, , todas las instalaciones, con un amplio comedor, y hermosa terraza, la atención del personal excelente, tanto Isabel, Jonas, Lucas, Daniel siempre a disposición para todo,