Usuario invitado
24 de junio de 2024
Segundo año consecutivo en el hotel, y aunque el lugar sigue siendo estupendo en la isla, no se corresponde el precio que hemos pagado con el servicio, con lo que este ha sido por desgracia la última vez que nos alojaremos allí. Teníamos una reserva para cinco noches y nos cancelaron el vuelo, con lo cual llamamos enseguida para ver qué podríamos hacer y la respuesta fue que no nos preocupáramos y que gestionasemos el vuelo. Pudimos mover las fechas para ir tres días después y quedarnos cuatro noches, y la sorpresa fue que al volver a llamar nos encontramos con que nos remiten al servicio de reservas de pestana, y ahí directamente nos timan. Y lo digo así porque nos cambian las cinco noches por cuatro a un precio superior al de su web por ese período (y un incremento de casi 200€ en el precio final por una noche menos) y encima nos intentan ofrecer una habitación superior(que ya la tuvimos el año pasado y no merece la pena para nada) para todavía sangrarnos más. En este punto, ya no teníamos opción más que cogerlo porque teníamos el vuelo cambiado así que pagamos lo que nos pidieron y listo. Reclamamos pero lo único que conseguimos fue una llamada de teléfono donde nadie nos escuchó y un mail diciendo que el precio sería el acordado. Cuando llegamos al hotel, al hacer el check-in trasladamos nuestra queja y solicitamos al menos que el último día pudiéramos hacer uso de nuestra habitación todo el día, dado que habíamos pagado una noche menos por un precio superior, y tuvimos que esperar dos días a que nos confirmaran (esto cuando el hotel no estaba ni la mitad de lleno que el año pasado y el año pasado si pagabas creo que eran 30€ podías dejarla a las 18h). Esa misma noche del check-in, la costumbre el el hotel es que te vas a cenar y ellos te llevan el equipaje a la habitación. Para ello te dan unas pegatinas muy cutres con el número de habitación escrita. Bueno, llegamos a la habitación y nos falta un bulto, llamamos a recepción y no saben dónde está. Bajamos a recepción y está tirada en una esquina, nos quejamos y el chico que se encarga de ello encima se pone chulo e intenta buscar excusas como si fuera culpa nuestra, que nos había llamado, y no sé qué. ¿ Cómo nos va a llamar si era imposible que supiera de quién era la mochila? Y lo peor no fue eso, sino que la mochila en cuestión estaba enganchada a una maleta que sí que estaba en la habitación, es decir, las separó pero como este año el servicio era de prácticas, inexperto, sin ganas, etc. Pues luego no se acordó seguramente de que iba junto... En cuanto a la estancia en general, el servicio de comedor sigue como siempre, aunque notamos menos calidad muy variedad que el año pasado. El año pasado los pescados variaban más y estaba todo buenísimo, y este año eran menos las opciones y la restitución cuando se terminaba algo era lenta o incluso te decían que no iban a sacar más y luego nos pasó alguna vez que al final sacaron cuando ya habíamos optado por otra opción. En el desayuno sólo