Budapest Museum Central

No era lo que esperábamos. Hablaré primero de los aspectos negativos. En primer lugar está calificado como hotel de tres estrellas y, al menos en España, no pasaría de hostal de dos. Nuestro estudio no estaba en la recepción y nos enviaron a una calle cercana y oscura paralela a la avenida principal. Entras en un viejo portalón, de un muy antiguo edificio y te sitúas en el citado estudio. Como le dé al vecino de al lado ducharse a las tantas lo escuchas más que si estuvieras junto a él. Imposible dormir antes de que acabe y si pone el marcha la bañera de hidro parece que te has subido a un tren de mercancías. Es decir lo de la insonorización conque se anuncia no es cierta, al menos en el estudio nuestro.Por la mañana, al primer rayo de luz te despiertas porque las cortinas son cortas y entra luz por todas partes. Durante los cuatro días de nuestra estancia nadie entró para asear la habitación. Si eres tú el que se ducha, al no tener mampara ni cortina, aunque lleves cuidado inundas el baño. La Televisión no funcionaba. Pasamos de ello. En las fotos de las plataformas donde se anuncia el hotel hay errores como una descomunal piscina que obviamente no hay. Del exterior del hotel no hay ninguna porque si las ves no irías. Al contrario de otros comentarios recientes leídos, allí sólo se habla húngaro e ingles, ni una palabra de español.Y ahora lo positivo: Andando al centro de la ciudad hay entre 15 y 20 minutos a pie. En la Avenida principal a 300 metros hay una parada de metro y dos líneas de tranvía que pasan por delante del establecimiento. El "hotel" no resulta caro (67 euros la noche). El estudio cuenta con elementos para poder desayunar e incluso cenar allí. Se tuvo el detalle de ofrecer a la entrada unas cápsulas de café y leche junto dos croisanes. Nos guardaron las maletas a la salida durante dos horas sin cargo alguno. Y por último destacar (y eso es lo que salva algo nuestra estancia) al recepcionista Alain, superamable y cooperados con nostros en todo lo que pudo. Desde aquí le doy las gracias.