-Nancy-
6 de mayo de 2025
En general, nuestra estancia en el Hotel Mercure Budapest Castle Hill estuvo bien, aunque hubo algunos aspectos que podrían mejorarse. La recepción tenía un ambiente cálido y acogedor, lo cual fue muy agradable.
Al llegar, solicitamos una habitación en la planta superior, pero el personal nos recomendó que nos quedáramos en la habitación actual, ya que ofrecía mejores vistas. Agradecimos su consejo y decidimos quedarnos. La ubicación del hotel era decente, a unos 20-30 minutos a pie del centro, lo que la hacía manejable.
La habitación era espaciosa y cómoda, con mucho espacio para relajarse. Sin embargo, el baño y el aseo eran bastante pequeños, lo que los hacía un poco estrechos. Además, aunque la habitación estaba limpia, el baño no lo estaba tanto. Notamos que había pelos sueltos y apenas había gel de ducha. Las toallas estaban sucias al llegar, por lo que tuvimos que pedir unas nuevas el primer día.
Una experiencia frustrante fue con el personal de limpieza. La segunda mañana, quisimos dormir hasta tarde, pero nos interrumpió dos veces —una a las 10 y otra a las 11— la persona de la limpieza que llamó a la puerta para preguntarnos a qué hora nos íbamos. Cuando confirmé que la hora de salida era a las 12 del mediodía, no entendí por qué se apresuraron a salir. Me pareció innecesario y un poco intrusivo.
A pesar de estos problemas, nuestra estancia estuvo bien en general. Si el hotel pudiera mejorar la eficiencia del servicio de limpieza, garantizar baños y artículos de aseo más limpios y ofrecer un poco más de espacio en el baño, la experiencia sería aún mejor.
Texto originalTraducción facilitada por Google