Usuario invitado
13 de diciembre de 2022
Éramos conscientes de que íbamos a un hotel en una zona rural y no esperábamos grandes lujos, pero la verdad que para nuestro gusto le faltan unos mínimos. Nosotros nos quedamos en el Dana Gate Lodge, pero pertenece al mismo dueño y está todo junto. La habitación era pequeña y sin ventana, Pero eso no nos importa. El baño privado, con necesidad de alguna reparación pero funcional y la ducha con agua caliente. No te dan gel, pero eso es algo secundario. Hace mucho frío, pero es invierno. En las habitaciones no había estufa (sí en las zonas comunes) pero te dan mantas. Y aquí es dónde viene el problema…. En la cama…. La cama, mas cómoda o menos, también es secundario, el problema es que la cama no tiene sábanas. Te acuestas con unos edredones que estaban sucios y a mi parecer, todos dormimos con los mismos edredones sin lavar. Las fundas de almohada también estaban sucias y las mantas que te ofrecen también. La cena que te ofrecen por 8JD está muy rica, comida tradicional casera. El desayuno demasiado pobre. El desayuno mas flojo de todo nuestro viaje por Jordania. El dueño y los trabajadores, bien. Te explican la historia del hotel y las opciones de rutas para hacer. Nosotros tuvimos de guía a Ahmed y muy bien. Nos hizo pasar 3h muy agradables visitando Dana. Ruta + té en medio de la reserva + compartir experiencias…. Todo un acierto. Creemos que este hotel tiene mucho potencial pero el tema de la limpieza de las camas es un mínimo que deberían tener. Nosotros no volveríamos a dormir aquí. Es desagradable dormir con los mismos edredones y mantas que han utilizado otros clientes, sin lavarlas.