Usuario invitado
27 de agosto de 2023
la recepción es enorme, pero cálida. Te sientes bien, te traslada al pasado rumano. Las recepcionistas serias pero amables. La habitación amplia, grande, con una decoración antigua y a la vez elegante. El desayuno muy completo, la cena buenísima, tenían variedad de vinos y estaban a la temperatura correcta (cosa que no se puede decir lo mismo de otros hoteles en Rumania). Servicio excelente. El hotel esta muy bien ubicado, en 5 minutos andando te plantas en el centro de Brasov (ciudad encantadora y con muchos atractivos para descubrir). tambien dispone de spa, pero preferimos visitar la ciudad. sin duda repetiria