Usuario invitado
3 de diciembre de 2024
El Hotel Maxim está a 25 minutos en autobús de la ciudad y ese autobús está muy lleno. La recepción está cerrada durante la noche y necesitas un código para entrar. Las alfombras están desgastadas, con hilos deshilachados en algunos lugares. El pasillo que conducía a nuestra habitación era estrecho. La habitación tenía una ranura para tarjeta llave cubierta con cinta adhesiva, dentro hay más cinta adhesiva, cajas de fusibles expuestas a la altura de los ojos, enchufes muy antiguos de 3 clavijas redondas, necesitábamos un adaptador para nuestros adaptadores. No había mesitas de noche de ningún tipo junto a las camas dobles a ambos lados y no había luz/lámparas de ningún tipo junto a la cama. La lámpara de un tocador no funcionaba, la ropa de cama era muy vieja y desgastada, pero estaba limpia. No había suficiente ropa de cama abrigada para el clima, una ducha antigua y en mal estado (el baño tenía un teléfono antiguo), toallas que eran de tela de servilleta, no muy buenas para secarse, no había artículos de tocador excepto un jabón muy básico, no había bebidas excepto agua en una nevera que no fue reemplazada el segundo día. El suelo no estaba limpio, dejándonos con los pies sucios. Las escaleras que conducían al entrepiso eran muy estrechas y abiertas. El televisor es pequeño, tiene mala recepción y no hay canales en inglés. El desayuno es básico pero comestible, y la vajilla y los cubiertos estaban limpios. Lo único bueno del lugar son los recepcionistas: ambos fueron amables y serviciales, y hablaban bien inglés.
Texto originalTraducción facilitada por Google