txeli
16 de agosto de 2023
Hotel de instalaciones inmensas y distribución un tanto laberíntica a la que te habituas el segundo día de estancia. Impolutas las áreas comunes y también las habitaciones que disponen de amwnities,agua embotellada diaria,albornoz y zapatillas. Las habitaciones son exteriores y (creo) que todas tienen,en mayor o menor medida,vistas a la ciudad de Bodrum. Algunos de los cuartos,me aseguran,disponen de piscina propia. En cuanto a las piscinas exteriores comunes,además de ser muy grandes y poder ser calificadas con el término de "infinitas" ,ofertan hamacas y toallas para los clientes. Mucho personal trabajando en todas las áreas,de modo que esta todo impecable. El desayuno es servido en la zona de la piscina.Muy variado en el que abunda la fruta fresca, panes distintos,frutos secos,cereales,quesos....y se la la posibilidad de que te hagan la tortilla (o huevos) personalizados. La higiene se deja ver también en esta zona en la que el cocinero y ayudante portan siempre el gorro protector para evitar la caída de pelo sobre los alimentos.El café,té,zumo o lo que se desee para acompañar los alimentos sólidos se sirven bajo demanda en la propia mesa. El hotel dispone también de animación nocturna (supongo que semanal).Dispone de gym,spa,restaurante... Esta situado en lo alto de una pequeña colina por lo que las vistas son increíbles.La seguridad es máxima ya que sólo se accede a él tras haber sido admitido el paso por el personal de seguridad que custodia la puerta. Aunque pe se que era un hotel solo para adultos,no lo es ya que he visto un par de niños (casi bebés) en el área de desayuno con sus padres.Por cierto,los pequeños se han comportado magníficamente. El personal es amable,atento y educado.Muy educado. La decoración muy cuidada y los espacios muy amplios.Tambien lo es la habitación y jardines que lo rodean.