Usuario invitado
21 de octubre de 2024
Hotel situado en pleno casco antiguo de Bilbao, en una ubicación envidiable, al lado del Teatro Arriaga y muy cerca de la estación de trenes y demás medios de transporte. Todo tipo de comercios y establecimientos variados abundan en sus alrededores. Es el más antiguo de Bilbao y es de destacar su labor de restauración, que ha sabido respetar el diseño original (a destacar especialmente sus escaleras interiores, de las cuales adjunto dos fotografías de las 7 que acompañan mi reseña). Sus habitaciones están completamente equipadas, limpias y sus camas son extremadamente cómodas. A nivel de restaurante, que se halla en su sexta y última planta, solo ofrece desayunos, siendo este bastante variado, bueno y bien atendido. Por otro lado, su personal de recepción es muy eficiente y agradable. En este aspecto destacamos a Mari (Poppins, en una broma entre compañeros) y a Nadia, que fueron quienes nos atendieron en nuestra estancia de 4 días. Con esta última adjunto una simpática foto. Nada más que añadir. Hotel altamente recomendable.