Usuario invitado
25 de septiembre de 2023
Es un lugar impresionante, un palacio de la realeza de Bikaner que te deja con la boca abierta. Seguramente tuvimos la habitación mas grande que jamás hemos visto, con unos techos altísimos, y 4 espacios (dormitorio, sala para maletas, sala de lavabo y ducha y otra sala para el W.C. En principio muy espectacular. Pero luego te das cuenta que las toallas son escasas y viejas, que falta papel higiénico (algo que parece muy común en los hoteles de la India), que el agua que te dejan de cortesía no es embotellada (por lo tanto un europeo no la puede beber sin arriesgar su salud estomacal), que el grifo de la ducha inunda todo el lavabo y que el servicio de lavandería te devuelve la ropa con manchas que no tenías. Una decepción. Por otro lado, el personal es muy amable, especialmente en el bar y la cena está muy bien. El desayuno es fantástico, personalizado y con mucha variedad. Les gusta en exceso poner el aire acondicionado, no es normal que pases un calor bochornoso durante el dia y que llegues al hotel y esté todo a 17 grados. En resumen: un lugar espectacular que necesita muchas mejoras de equipamiento y servicio. Si volviera a Bikaner, me buscaría otra opción. Este hotel me dejó un sabor agridulce.