Usuario invitado
28 de septiembre de 2024
Llegamos en moto una noche a mediados de septiembre y recibimos una cálida bienvenida de uno de los chicos súper trabajadores que parecen llevar el bar/restaurante (aunque no hablaba español). Solo había una habitación triple disponible, así que debía de estar bastante llena. Nuestra habitación estaba abajo, en la parte trasera del hotel, así que era súper tranquila, fresca y muy limpia, con botellas de agua, ropa de cama y toallas de calidad. ¡Nos encantó la decoración de los años 70! No pudimos ver la televisión, pero no fue un problema para nosotros. Nos dieron la última mesa del bar para comer, ya que había un grupo grande de senderistas. El lugar tenía un ambiente animado y la comida estaba buenísima. ¡No podía creer que el desayuno estuviera incluido en el precio: un cruasán, un rollito de jamón, una botella de zumo de naranja y café! :) ¡Todo tenía una relación calidad-precio fantástica y esperamos volver!
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