The Westin La Quinta Golf Resort & Spa, Benahavis, Marbella

Lamentable atención por parte del hotel. Mi pareja y yo nos hemos casado en septiembre de 2024, el hotel desde meses antes nos empezaron a poner mil pegas, querían cobrarnos suplementos por ABSOLUTAMENTE TODO. Si cerraban el bar del club de golf, cosa que SIEMPRE ESTABA VACÍO, nos querían cobrar 1000€ por cada hora que estuviese cerrado hasta que empezase la ceremonia (4h en total) En la cena la gente no podía escoger entre carne o pescado ya que eso era otro suplemento. Nos cambiaron 4 veces de Wedding Planner ya que no paraban de echarlas. Nos pusieron pegas por todo, nos dijeron que la decoración la debíamos de colocar como más temprano 1h30min antes de que empezase la boda, que antes no lo podíamos colocar. No nos dejaron poner (con nuestro dinero) velas en las mesas de la cena, decían que era peligroso y que el hotel no lo permitía, tuvimos que quedarnos con las ganas de poner la boda a nuestro gusto. El día de la boda, cuando llegamos a la cena vimos que nuestra mesa (mesa presidencial) estaba llena de velas y que era la única. Pagamos menús para que todos los proveedores tuviesen un menú como es normal, le negaron al ayudante del dj cóctel y bebida. A la gente que tenía alergia le pusieron una alternativa lamentable después del dineral que hemos pagado por cubierto. La recena fue vergonzosa, la comida la sacaron dura y fría y la retiraron antes de tiempo. Nos dijeron que si la gente no estaba en la pista de baile que la cerrarían a las 02:30 de la noche. La tarta de la boda nosotros cortamos el primer trozo, se la llevaron a la cocina y la trajeron cortada de una manera lamentable, la habían destrozado y ni siquiera trajeron nada para que la gente se pudiese servir porciones de tarta, tuvimos que servirnos la tarta con las cucharillas de café. No paraban de meternos prisa recogiendo las mesas intentando echar a la gente para que se fuese del comedor y se fuesen a la zona de la barra libre, la gente mayor sentada en la sala donde cenamos y los camareros quitando todo de las mesas. Una vez más, lamentable servicio por parte del hotel.

desde el primer momento, nos sentimos como en casa todos muy atentos y serviciales. tanto en la terraza como en el restaurante siempre sonriendo, muy limpio y el pescado fresquísimo, volveré muy pronto.