Usuario invitado
27 de febrero de 2023
Estuvimos alojados durante 10 días en este hermoso lugar, alejado de Bariloche, pero con unas vistas y tranquilidad maravillosa. Nos tocó la habitación 307: amplia, cómoda, con dos ventanas importantes que nos permitian ver Puerto Pañuelo y el Tronador, por un lado, y el bosque hacia el otro. El salón para desayunar, también usado para el restaurante, es muy amplia, hermosamente decorado y con unas vistas maravillosas. El desayuno es bufett, muy completo y con una constante reposición. El edificio es antiguo, edificación tipica de la zona, perfectamente mantenido, impecable. La pileta hermosa y aunque el agua es fria la pudimos aprovechar también, asi como el bello y cuidado parque. Muy felices con nuestra elección. Lo recomiendo!!!!