Apartamentos DV

Hemos estado una noche para ir a un concierto en el Palau Sant Jordi. Está bastante bien ubicado, se duerme muy bien y en relación calidad-precio de lo mejor que hemos encontrado en Barcelona.

Estuvimos este finde en la habitación 303, una habitación amplia y limpia con una cama y bañera grandes hasta ahí todo genial… Durante la madrugada mientras dormíamos nos despertamos sobresaltados por un ruido y movimiento extraño de la cama, la pata de la cama se había doblado hundiéndose la parte central de la cama. Esto puede ocurrir hasta en los mejores hoteles. A la mañana siguiente encontramos al ‘señor’ si así se le puede llamar de recepción al cual le comentamos lo ocurrido, entra en la habitación nos mira con mala cara y empieza a reír a carcajadas lo cual fue muy molesto e incómodo, nosotros nos callamos por no tener problemas. El hombre nos dice que nos puede cambiar de habitación sin problema, nos ofrece una habitación (301), sale de la habitación mofándose de nosotros y contándoles el caso a las chicas de la limpieza de la habitación de al lado. Entramos en la habitación que nos habían ofrecido y dejado la puerta abierta para que cambiáramos las cosas y vemos que era una habitación con una cama de 135 cm (pequeña para nosotros) así que decidimos bajar a recepción y comentárselo al recepcionista preguntándole si no podia ser posible que reparasen la pata ya que la habitación que nos habían dado tenía la cama muy pequeña. Nos respondió muy molesto que todas las camas eran iguales gritándonos ahí ya explotamos y le dijimos que ya valía de burlarse de nosotros primero ridiculizándonos en la habitación y ahora diciéndonos que las camas eran iguales y de malas maneras, este empezó a tratarnos fatal y a decirnos que si lo acusábamos de homófobo que todos éramos iguales y buscábamos problemas que si éramos muy hombres saliésemos a pegarnos a la calle que no había cámaras. He de decir que en ningún momento hicimos alusión a nuestra orientación sexual pero tras la frase sois todos iguales ya entendimos cual era el problema. Subimos a la habitación decidimos no arruinar nuestro fin de semana así que pedimos que no limpiasen la habitación y nos fuimos. Cuando salíamos del hotel el hombre seguía diciendo ojalá nos veamos en la calle como hombres que os tengo muchas ganas a lo cual respondí nos veremos en los judgados. La siguiente noche dormimos con el colchón en el suelo y solucionado. Agradeciera que se pusiese en contacto con nosotros el encargado del hotel a que este dijo que ahí el responsable de todo era el recepcionista.