Hotel Montarto

Extraordinario. Nos hicieron un gran favor a primera hora por un tema personal. Y mención especial Carlos, muy rápido y super simpatico con energía positiva para el día. a mejorar poner un jacuzzi en la piscina. Volveremos seguro. El desayuno también muy bien.

Es el segundo año que nos alojamos en el hotel y ha empeorado sobre todo el trato con el cliente. Merece reseña especial y muy por encima del resto a Carlos, el conductor se merece todo nuestro reconocimiento y respecto, siempre ayudando, cariñoso con los niños y de buen humor. Aspectos positivos: cercanía a pistas y habitación renovada Aspectos a mejorar: el personal de recepción antipático y nada amable, ejemplos: llegamos a las 14:45 con una niña mala y no nos dan la habitación sin más explicación que hasta las 15:00 no se hace el checking, otro ejemplo de la misma persona, cierran la sala de pin pon para niños y me dice "no se preocupe hay futbolines a 10 minutos en la galería" (niños de 5 años), o respuestas tipo "si ya lo sabe para qué pregunta". El buffet ha empeorado, sobre todo en la cena, antes te ofrecían un primero buffet y un segundo emplatado, ahora el segundo ya lo tienes que coger del buffet. Les pedí el lunes yogurt sin lactosa, y me dijeron que mañana lo traían, me fui el viernes sin catarlo, el personal antipático, varias veces les pedimos juntar las mesas, y nos dijeron "no nos dejan, lo siento", y en dos ocasiones en aquellas mesas no que "están muy separadas", total cenamos doce en dos mesas de cuatro... La sala de juegos que anuncian como servicio llena de trastos sin espacio, el primer día me dijeron que era debido al FWT, y que mañana desparecerían, nos fuimos el viernes y los trastos ni se movieron, y tuve que ponerme borde para que el jueves les dejaran jugar. La piscina, es un spa de agua fría, por más que indicamos si podían subir la temperatura nos dijeron que dependía del tiempo exterior.. Pedimos dos taquillas por ser cuatro personas y nos dijeron sencillamente que NO El precio de las consumiciones un poco abusivo, 3,30 por un descafeinado...

Si bien es cierto que la habitación es un poco justa, está renovada y limpia. La cama es confortable. El trato ha sido bueno y el desayuno muy variado. Parking gratuito en el hotel. Pero hay una persona que destaca sobre las demás: Carlos , conductor del transfer que te acerca al telecabina. Es amable, simpático y siempre te recibe con una sonrisa. Un 10 por él.

Lo mejor de hotel CARLOS el conductor de la furgo de las pista. Las habitaciones del hotel muy pequeñas y el acceso a la cama q hay q bajar dos escalones muy estrecha si va una persona un pco fuerte no entra. Lo mejor del baño la ducha comparado con el resto es una pista de baile de lo grande q es.... falta de accesorios como una estantería o perchas para colgar. Las comidas... cogimos media pensión, el desayuno muy variado y la cena el segundo plato te dan a escoger 1 de 3 platos. Cogimos todos los días pescado q era 3/4 partes guarnición y en el medio o en la esquina casi no se veía el trozo de pez. Tengo q resaltar q habíamos ido 6 veces a este hotel q conocíamos el funcionamiento de todo y sobre todo si coges la media pensión el hotel se encarga de los tickets para comer en las pistas q esto esta muy bien sobre todo xq así te evitas de buscar y/o comer de bocatas. Cual fue nuestra sorpresa q este año al cogerlo por otra página y no la del montarto q era más caro 400 € de diferencia... no nos entraban los tickets por no cogerlo en su propia pagina... pero TODO SE PAGA. AQUI NADIE TE REGALA NADA. Quiero decir q esos 400€ de la otra pagina son los tickets.

Son un auténtico desastre en recepción, además alguna de las personas bastante desagradable (hombre alto con barba y gafas). Llegamos a las 12 am después de un viaje de 9 horas y nos dijeron que no nos daban la habitación hasta las 15:00, bueno pues a las 15:45 aún estábamos a la espera. Y no hubo nadie que nos ayudase a bajar las maletas y subirlas a la habitación, sí lo hubo al dejar el hotel. La habitación fue suficiente para los 4 mas la cuna, lo malo que sales de la ducha y te topas con las 2 camas, asique no hay ninguna intimidad. No hay minibar o nevera y tampoco te dejan ni una botella de agua de cortesía. No hay un solo amenitie, ni siquiera un triste peine. La piscina cubierta estaba demasiado fría no sirve para darse un baño relajado después de esquiar. Las taquillas guarda esquíes son diminutas, da igual que sea una habitación doble que una cuádruple, son todas iguales. La comida no está mal, pero es muy repetitiva. La cena consiste en entrantes tipo buffet y un segundo a la carta a elegir entre 3 opciones, pues en 6 días creo que siempre hubo cordero. El cocinero de la plancha un amor de persona, al igual que Rocío, que también estaba en el comedor. Nos llevamos un gran recuerdo de ellos. El desayuno no está mal, aunque no hay mucha variedad. Un abrazo enorme para Carlos, el conductor que te lleva a pistas, logra sacarte una sonrisa aunque haya niebla y esté lloviendo. En resumen, me esperaba otra calidad de hotel al pertenecer a la estación.

El hotel tiene unas instalaciones bastante correctas, ahora bien! Las habitaciones en verano se calientan mucho por el sol ya que da en la fachada todo el.día y no tienen aire acondicionado, les pido un ventilador y me dicen que no tiene ningúno . No pudimos descansar por el calor. Pero de lo que quiero avisar es que pedí un botellín de agua de medio litro y nos cobraron 4,40€. Le pregunto sorprendido si se han equivocado y me dice que es su precio. Increíble!