Usuario invitado
20 de septiembre de 2023
Este hotel, en plena campiña balinesa, ha conservado su encanto. No dude en pasear por los pueblos, pasando por detrás del hotel por el sendero que bordea los arrozales, y hacer la excursión a Tanah Lot en bicicleta (no en coche), ya que le permitirá conocer a muchos lugareños y atravesar pequeños pueblos y magníficos arrozales. Las habitaciones son muy espaciosas y el baño es precioso (exterior), con un aseo dentro de la habitación para evitar sorpresas desagradables por la noche. El desayuno es delicioso (si se atreve a optar por el bubur ayan) y probamos algunos de los mejores platos balineses (¡el plato de pollo con curry verde está delicioso!). El hotel es tranquilo y el personal es muy amable y atento.
Texto originalTraducción facilitada por Google