Hacienda de Orán

Vuelvo a escribir la reseña por otro lado para que no me lo vuelvan a borrar, tuvimos una boda el dia 1 de junio a medio dia a 36 grados, al entrar en el “salon” (que es una cristalera con una carpa arriba) los aires apagados y ni nos lo pusieron y ya para rematar a ultima hora tuvimos problemas con el autobus y mientras esperabamos a solucionarlo nos echaron de la hacienda a los aparcamientos sin luz ni nada donde poder esperar, empatia cero por ese señor que “mandaba” allí, una verguenza, lo desaconsejo, adjunto foto de la reseña borrada

Durante tres días he estado alojado en esta Hacienda, para la celebración de una boda. El sitio es muy bonito, pero ahí acaba todo. Las habitaciones, cobradas a precio de oro, no ofrecen ninguna comodidad: colchones hundidos, no hay agua caliente, poca presión, ninguna limpieza, las telarañas están por todos los rincones, malos olores en los baños, casi insoportables. El desayuno incluido era muy escueto, pero lo peor era la poca empatía y profesionalidad del personal que lo servía, siempre de mal humor, malas caras y recriminándote constantemente si pedías algo más, o le preguntabas cualquier cosa. He sido responsable de recepción de un hotel, y si hubiera tenido personal, con esta poca empatía y falta de de trato, no hubiera durado un segundo cara al público. Todo han sido inconvenientes para los novios, y las familias alojadas alli. Si ya era complicado organizar una boda, y los respectivos nervios de los novios y padrinos, esta Hacienda, se los ha puesto a todos aún más difícil y ha sido una malísima experiencia para todos las personas que de distintos lugares de España y del mundo se alojaban en ella. No hay que olvidar que la piscina estaba completamente sucia, ya que no usaban la depuradora, y que dos niñas en esos días, tuvieron infección de orina, por bañarse en ella. Es cierto que es un lugar bonito, pero sólo es un decorado, por dentro esta podrido, y además ofrece un pésimo servicio y trato al huésped, como nunca antes en mi vida había visto. No la recomiendo a nadie, bajo ninguna circunstancia.