Usuario invitado
16 de julio de 2024
Fiesta Nostalgia del pasado día 13 de julio de 2.024. Acudimos a este hotel con la intención de disfrutar de ésta fiesta, ya que, así había sido en ocasiones anteriores, Lo cierto es que todo estuvo muy bien, tanto el sitio, como la comida, el servicio… En este tipo de fiestas se ofrece cena y alojamiento, o solo cena. Nosotros solo fuimos a cenar y a la fiesta, por lo tanto, no puedo hablar de las habitaciones. Ya sabíamos que el hotel Zodíaco había cambiado de dueño y, se supone que los cambios deben ser a mejor. Bueno, vamos a empezar con el suculento menú que nos prepararon. Entrantes: Patatas y aceitunas. Las aceitunas eran de pésima calidad. Jamón ibérico y queso. En una mesa de once personas, pusieron un pequeño plato para cuatro, eso sin contar que éramos once, con lo cuál, uno se quedaba sin comer. ´Había dos o tres trocitos de queso y de jamón mal cortado y reseco para cada uno. Croquetas. Dos croquetas de jamón por persona. Eran croquetas de jamón, gomosas y chiclosas, con una capa de dos centímetros de rebozado. No las he comido nunca tan malas y, casi me atrevería a decir que las croquetas congeladas de jamón son una exquisitez gastronómica, si las comparamos con éstas. Después de tan suculentos entrantes, pasamos a los platos principales. De primero, revuelto de trigueros y gambas. Revuelto de trigueros y gambas, con gambas imaginarias y unos ricos y caldosos espárragos de bote. A su favor tengo que decir que el huevo no faltaba. Carrillera al horno con panaderas. Se supone que éste era el plato fuerte y aquí voy a detenerme especialmente. Los primeros platos llegaron a nuestra mesa bastante presentables, con los trozos de carrillada completos. Después el nivel fue bajando y, alguno de los platos, los llevaron con dos o tres trocitos de carne, pero trocitos de bocado. Tras esto, nos preguntaron si los que quedaban sin servir iban a comer carne. Lo mismo pensaron que ya estábamos empachados. ¿Sabéis por qué lo preguntaron? Porque ya no quedaba más carne. ¿Qué pretendían poner entonces? No nos ofrecieron alternativa, solo al preguntar qué ocurría nos dijeron: bueno, vamos a ver si os podemos poner algo. Lo cierto es que la carne, no estaba en muy buenas condiciones, ya que, tenía un olor y un sabor un tanto especial. Puding de postre. Era lo único que estaba pasable. También hubo recena: A las pocas horas de la cena todos nos pusimos malos con problemas gastrointestinales. En conclusión: Es inadmisible, ridículo y vergonzoso que nos cobren 45€ por esa bazofia de comida, por un menú que no cuesta ni 15€. Jamás habíamos vivido una situación siquiera similar a esa. Nos sentimos engañados y estafados. Es una pena porque el sitio es muy bonito y se le podría sacar mucho más partido, y más teniendo en cuenta la reforma tan bonita que han llevado a cabo. No sé quién llevará a cabo la gestión del hotel, pero a la vista está que no lo está haciendo de forma adecuada. No pretendo con mi reseña desprestigiar este establecimiento, solo cuento la