Tarangire Sopa Lodge

El hotel está organizado en "cabañas" de 4 habitaciones (2 arriba y 2 abajo) a las que se llega andando por el exterior (de noche tienes que ir acompañado por un guardia, por seguridad respecto a los animales salvajes. Nosotros vimos búfalos por ejemplo). Todas ellas tienen una terraza/balcón con vistas al bosque y por el que pasan animales, sobre todo por la noche. OJO! Hay unas habitaciones situadas debajo de la recepción, sin vistas ni apenas luz natural. Las habitaciones son amplias y cómodas, aunque sin lujos (internet muy limitado, no hay TV, el mobiliario no es el más nuevo, etc.). La piscina está bien aunque un poco fría durante nuestra estancia. El horario es ridículo ya que si estás de "game drive" no puedes disfrutar de ella. Tiene una terraza al lado del restaurante con buenas vistas y que no se aprovecha, una lástima. El restaurante es correcto, bastante bueno para lo que se puede encontrar en los distintos hoteles de la zona. Consiste en un bufet libre para el desayuno y servicio a la carta para la cena. Dispone de espacios comunes como sala TV, sala de lectura, etc. El personal del hotel es muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Se nota que el hotel ha vivido días de más gloria ya que se encuentra un poco viejo. Por lo que nos dijeron están reformando los hoteles Sopa ahora, pero a este todavía no le ha llegado el turno. El hotel se encuentra en pleno corazón del Tarangire, parque que nos sorprendió para muy bien! Como recomendación extra: evitar el lunch box siempre que sea posible (en este hotel y cualquier otro). Otra recomendación es que nos os alojéis siempre en hoteles del mismo grupo sino que cambiéis de cadena para que encontréis una decoración y estilo más variado.