Rita
2 de noviembre de 2023
El alojamiento es viejo y deteriorado. La fachada es antigua y el interior es el mismo y no se conserva en lo más mínimo.
El acceso a la terraza y al área de dormitorios se realiza a través de escaleras viejas/sucias.
La estancia no vale ni 40€, que fue aproximadamente lo que pagué por una noche en habitación King, para dos personas.
El alojamiento es caro y la limpieza deja mucho que desear.
La habitación no tenía aislamiento alguno, paredes blancas con falta de pintura porque tenían manchas, malos acabados decorativos (parece que decoraron todos los elementos sin ningún garbo y cuidado), techo alto con telarañas, detrás del televisor solo había Polvo cuando lo colocamos a nuestro gusto, lo comprobamos y se oyen prácticamente todos los sonidos y movimientos que se producen en las habitaciones de al lado y en el pasillo.
Alrededor de las 22:00 sólo se podía oír el ladrido de un perro porque se permiten animales en las habitaciones.
El suelo también es de parquet y por tanto no está "caliente".
El área del baño está envejecida, con ventanas viejas, el chorro de la bañera no tiene presión alguna y está oxidado, al ponerle agua caliente perdió aún más presión, además se inundó completamente de agua.
Puntos positivos: el aire acondicionado y la televisión funcionaban y el colchón para dormir no estaba mal.
Una experiencia que nunca se repetirá y no se la recomendaría a nadie, ¡aunque paguen más de 30€ por una noche aquí!
Las fotos de las habitaciones no se corresponden con la realidad actual ya que debieron ser tomadas en el momento de la inauguración.
Texto originalTraducción facilitada por Google